Este miércoles a la madrugada cuando Gabriel Fredes y su familia estaban entregados al descanso, un pelotón de policías irrumpió violentamente en el domicilio y al grito de “policía, policía”, los tiraron a todos al suelo y los redujeron atándoles las manos con precintos. La excusa fue que alguien los había denunciado y que andaban buscando armas.
Gabriel Fredes es aquel albañil que salió en los medios nacionales contando lo que había pasado en el barrio INTA de Trelew; aquella noche del domingo 14 de junio y madrugada del lunes 15, cuando un grupo de policías atacó a varios vecinos disparándoles a mansalva con balas de goma y provocando incluso que algunos resultaran heridos, como fue el caso de Gabriel al recibir un impacto en la cara por el que por poco no perdió un ojo.
Ahora, cree que él y su familia fueron víctimas de una represalia por haber denunciado a la policía de Massoni con el extraño allanamiento que le hicieron este miércoles a la madrugada en medio de un violento operativo pergeñado y liderado por Massoni y los hermanos Gómez de la Jefatura de Policía.
“Cómo vamos a estar tranquilos, si la misma policía nos ataca”, dijo Fredes al dialogar en exclusiva con este portal de noticias.
“Vino la policía y me rompió todo. Nos tiraron al piso, a mí, a mi esposa y a mis hijas”, empezó contando, lógicamente indignado y a la vez atemorizado.
“Entraron a mi casa, me rompieron las puertas de adelante y de atrás. Nos tiraron al piso, nos pusieron precintos; a mi, a mi esposa y a mis dos hijas. Al rato recién trajeron a dos mujeres policías. Pero no, esto ya es mucho. Es mucho!”, se quejó.
“Según ellos, yo tenía un arma. Que tenían una denuncia de que yo tenía un arma. Les dije que revisaran todo lo que quisieran, pero el maltrato que nos hicieron me molesta…”, insistió Fredes.
¿Y secuestraron algún arma? ¿Se llevaron algo secuestrado?
–Nada jefe. Y revisaron todo. Les pedí que buscara; si yo soy de trabajo, estoy limpio. Ni siquiera bebidas encontraron, porque acá nadie toma. Así que todo es una gran injusticia. Se subieron al techo de la casa. Me revolvieron y rompieron todo”, denunció.
Se le preguntó si andaba el ministro Federico Massoni. “Según mis vecinos, que salieron todos, Massoni estaba en la esquina y vino a mi casa un escuadrón; no sé cuántos policías, eran como trescientos…”, dijo.
Sobre el final, contar que habían quedado mal, traumados por el intempestivo accionar de los policías de Massoni. “A mi mujer la revisaron toda y una de mis hijas está mal. Una tiene 13 años y la otra de 17 que está mal, shockeada y muy asustada”
Al concluir se le preguntó si creía que el allanamiento había sido una represalia por haber denunciado a la policía y al ministro Massoni cuando ligó un balazo de goma en la cara que casi le hace perder un ojo. “Sí, creo que sí. Se reían, me tiraban todas las cosas y se reían en mi cara”.
Fredes tiene dos hijas, una de 13 y otra de 17, y esta última –según él—fue la que más sufrió. Del susto, entró en shock y no había forma de calmarla. También contó que a su mujer un policía le habría sugerido de manera intimidatoria que se cuidaran.