La pandemia de coronavirus no es la única preocupación del Gobierno nacional por estos días, dado que en los últimos meses los números del delito aumentaron de forma considerable, con el agravante de un mayor nivel de violencia. El epicentro de la inseguridad es el conurbano bonaerense donde el estado de alarma es absoluto. Ante tal panorama, el Ejecutivo diseñó un Plan Integral de Seguridad, que será presentado la semana próxima.
El presidente Alberto Fernández lanzará la medida junto al gobernador Axel Kicillof.
La iniciativa incluye el desembarco de 4000 gendarmes y prefectos -se desplegará la segunda etapa del plan Centinela-, la incorporación de 10.000 aspirantes a policías y la construcción de 3000 paradas de colectivos seguras (con cámaras de seguridad, botón antipánico y wifi).
También está prevista la refacción de 120 comisarías, la construcción de seis módulos carcelarios y la compra de 2000 patrulleros.
Supone una inversión total de unos 10.000 millones de pesos de fondos nacionales a distribuirse entre el Gobierno de la provincia de Buenos Aires y los 24 distritos del conurbano, donde viven 11 millones de personas.
Parte de los recursos irán al Gobierno provincial y parte a los municipios de manera directa, ya que -según explicaron fuentes oficiales- “algunos distritos necesitan patrulleros, otros efectivos, otros hacer obras y es por eso que siguen las discusiones para ver cómo se hace más eficaz la distribución”. Además, fue parte del reclamo que los intendentes le elevaron al Presidente.
“Vamos a dar batalla contra la inseguridad, no queremos hacernos los distraídos y si hay una demanda ciudadana que reclama más policías y más seguridad en las calles vamos a atenderla”, manifestó Alberto Fernández, durante la firma de una serie de convenios para la realización de obras de infraestructura ferroviaria, que se realizó la semana pasada.