Por estos días, la comunidad de el Líbano atraviesa una de las peores tragedias de la historia mundial. Luego de la tremenda explosión, que devastó el puerto de Beirut y gran parte de la capital libanesa, provocando la muerte de más de 150 personas y unos 5000 heridos, debe iniciar la reconstrucción en el marco de una profunda crisis económica, política y social.
En este contexto, los representantes del Club Libanés de Buenos Aires, junto a toda la comunidad libanesa, iniciaron una campaña para solicitarle al Gobierno argentino que se sume a la ayuda humanitaria internacional para apoyar a los miles de afectados por la explosión.
“Queremos pedir el compromiso de la dirigencia política argentina para que envíen ayuda humanitaria al Líbano”, señaló el presidente del Club, Alberto Adem, en diálogo con TN.com.ar. E hizo un llamado especial a los dirigentes que tienen un vínculo familiar con aquel país. “Sabemos que hay muchos políticos de origen libanés o descendientes: tenemos gobernadores, intendentes, sindicalistas, y les pedimos a todos ellos una mano para colaborar con esta crisis humanitaria”.
Adem reconoció que autoridades cercanas al presidente Alberto Fernández, como así también funcionarios del Gobierno de la Ciudad, lo contactaron y se comprometieron a atender su pedido, pero aún no hay una confirmación oficial.
“Hay buena predisposición, pero lleva su tiempo. Entendemos que nuestro país está en plena crisis también, con esto del coronavirus, y todo se hace más lento. Por eso, esperamos que esta semana expresen de manera oficial la solidaridad por parte del Gobierno con el pueblo libanés”, sostuvo Adem.
Al mismo tiempo, comentó que desde el Club Libanés están reuniendo fondos a través de dos canales, que corresponden a instituciones que ya funcionan en el Líbano, y distribuyen la ayuda de forma directa. “Nuestros directivos, amigos, conocidos, y miembros de la comunidad en general, están ayudando a través de la Cruz Roja Libanesa (www.redcross.org.lb) y de Lebanese Solidarity (https://www.solidarity.org.lb)”, comentó Adem.
Y explicó: “Sabemos que de este modo la ayuda llega de forma rápida y efectiva. La Cruz Roja brinda primeros auxilios, atención médica de urgencia y entrega medicamentos. Mientras que, la otra institución reparte agua, comida y los elementos más indispensables”.
El director del Club también reconoció y agradeció la solidaridad del pueblo argentino en su conjunto, no solo de los descendientes de la comunidad libanes, que desde el primer momento lamentaron lo sucedido en Beirut y expresaron total respeto.
“La Ciudad de Buenos Aires iluminó el Planetario y los monumentos más importantes con los colores de la bandera libanesa. Y ese acto se replicó en varias ciudades del país, donde iluminaron los edificios públicos”, sostuvo. “Es muy difícil para mí, en este momento, poner en palabra los sentimientos”, añadió conmovido.
Hasta el momento, unas 20 naciones y organizaciones internacionales, entre los que se destacan México, Irán, Rusia, Países Bajos, España y Francia, anunciaron el envío de ayuda internacional al Líbano, ya sea con suministros médicos y sanitarios, e incluso con el envío de profesionales de la salud y expertos, que puedan evaluar las consecuencias que la explosión tuvo a nivel ambiental y en la infraestructura que no ha sido destruida.
Si bien las causas aún se investigan las causas, se estima que la explosión fue causada por un incendio que alcanzó un depósito de 2700 toneladas de nitrato de amonio llegadas al puerto de Beirut en un buque en 2013.
La falta de respuestas e impericias por parte del Gobierno del presidente Aoun provocaron masivas protestas en la tarde de este sábado, que culminaron con enfrentamientos y represiones por parte de la Policía libanesa. Miles de personas expresaron su rechazo hacia el régimen político al que responsabilizan de la grave crisis y el deterioro en que ha caído el Líbano.
Es así que, la explosión del 4 de agosto, que dejó más de 150 muertes, al menos 60 desaparecidos y miles de heridos y a entre 200.000 y 250.000 personas sin casa, se produjo en medio de una crisis económica, política y sanitaria. En tanto, es preciso recordar que el Líbano no está exento de la pandemia de coronavirus: en el país hay más de 5900 personas contagiadas, y 70 muertes.