Beatriz, la madre de Solange, dijo: «Estoy desconsolada, ella quería el último abrazo de su padre, es lo único que quería, estar con su padre. Quería estar con su tía, quería estar con su familia para morir. Ella esperaba ese momento, esperaba a su padre con ansiedad y se lo negaron. Mi hija se fue sin su abrazo, sin su amor».
La historia de Solange Musse seguramente se constituirá como una de las más dolorosas de la pandemia en la Argentina. Es que esta joven de 35 años, quien sufría un cáncer terminal y por ello realizaba un tratamiento en Córdoba, falleció sin despedirse de su padre, Pablo Musse. El hombre quiso llegar hasta esa provincia desde Neuquén, junto a su cuñada con discapacidad motriz, pero en Huinca Renancó tuvo que emprender el regreso ya que el resultado de su test rápido de Covid-19 dio resultado «dudoso».
«No tengo palabras de tanto dolor que sufrió mi hija desde ese día que se enteró que lo maltrataron a su padre y a su tía. Ella que dejó todo, ella estaba bien, estaba contenta para estar con su familia, con su padre», dijo la madre de Solange.
La madre de Solange, visiblemente afectada por el difícil momento familiar que atraviesan, sostuvo que «le arrebataron los derechos de hija» a Solange y «le arrebataron los derechos de padre» a su marido. «No hay nadie que te pueda arrebatar esos derechos y ahora tengo que estar llorando la muerte de mi hija. No puede ser. No tuvo derecho a ver a su padre antes de morir, Dios mío», dijo Beatriz.
A su vez, relató que en Huinca Renancó «lo echaron como perro» y «lo trataron como perro» a su marido. «A mi hermana, que es discapacitada, la dejaron haciendo sus necesidades sobre la ruta. Son un asco, son un despojo humano. No les deseo nada, simplemente decirles que no les pase lo mismo que a mí, que a mi marido, que a mi familia. Quiero que ahora, al volver ellos, porque les dio negativo el hisopado, no los jodan más. Que tenga el derecho de ver a su hija aunque esté muerta», pidió Beatriz, en el medio cordobés, ya que su esposo estará allí por la noche.
Explicó que tras el resultado «dudoso», sus familiares requirieron que los hisoparan en Huinca Renancó, sin lograrlo. «Nadie se comunicó con nadie, ni el COE (por el Centro de Operaciones de Emergencias), ni el gobierno de la provincia, nadie. Parecía un delincuente cómo lo sacaron de Córdoba. Hicieron una barbaridad con el y con mi hermana, que es discapacitada. Nadie habló con nosotros, ni nos dijo qué pasaba, por qué todo esto».
Beatriz sostuvo que su marido y su hermana avisaron que ingresarían a Córdoba para ver a Solange. «Están todos los papeles a la vista de todo el que quiera saber. Se comunicó Pablo con todos», remarcó. Esta semana, el mismo Musse explicó que «nunca» le tomaron la fiebre y dijo: «No me quisieron hacer el hisopado. Nunca pude hablar con ninguna autoridad, solo con las dos chicas del puesto sanitario y la policía».
Por último, la madre desconsolada arengó a la sociedad a reclamar por sus derechos. «Que no sean avasallados como fueron los de mi hija, los de mi marido. Que no se callen más, que lo publiquen, que lo digan. Los derechos de cada uno están, existen. Se lo digo al COE, se lo digo al Gobierno, al Nacional, a quien sea. Los derechos de las personas existen y ante una enfermedad tan grave y ante la muerte, existen. No se callen, por favor. No dejen que sus familiares se mueran sin ver a sus hijos. Hagan valer sus derechos como todo ser humano de la Argentina lo tiene que hacer», exclamó.