Leo Messi se bajó del avión y se fue a ver a sus compañeros, que no pasaron del 1-1 contra Eibar en el Camp Nou. La imagen del 10 en el final lo dice todo…
«El club está realmente mal, muy mal, será difícil volver a estar donde estábamos». La frase que Lionel Messi largó en una entrevista que hace pocos día vio la luz se refiere a la cuestión económica del FC Barcelona, pero también tiene una veta deportiva. El equipo no levanta y esta vez el capitán lo vio de afuera. Leo estuvo sentado en la tribuna del Camp Nou en el empate ante Eibar que complica aún más el andar del Culé en la Liga. Y el gesto del 10 al final del encuentro lo dice todo.
Messi pasó seis días en Rosario junto a su familia y este martes aterrizó en España. Fue directamente a su casa junto a Antonella y sus tres hijos, para luego trasladarse al Camp Nou. Un capitán de verdad.
Allí, vio y sufrió con el Barsa, que volvió a dejar puntos en el camino y la Liga ya es casi una utopía. Casi lo pierde, porque el Eibar ganaba, pero lo empató con el gol de Ousmane Dembélé. Igual, sabe a poco… Para colmo, Martin Braithwaite erró un penal y luego le anularon un gol por VAR.
Sobre el cierre, las cámaras enfocaron a Leo, que se mostró entre bajoneado y enojado por el nivel y el resultado del equipo. Un «no» con la cabeza y a otra cosa… Mientras, sigue recuperándose de una molestia en el tobillo derecho y el viernes 1° de enero deberá presentarse en la Ciudad Deportiva.
¿Y Koeman? Arrancó con línea de tres en el fondo, luego metió mano, hizo hasta cinco cambios, pero no logró ganarlo.
«En la primera parte nos costó bastante tener pases verticales entre las líneas, desde atrás nos apretaron bien. A veces necesitamos demasiado tiempo de buscar al hombre libre, con muchos pases para atrás y en vez de más arriba. Hicimos un cambio de sistema para tener cuatro atrás contra los tres de arriba del Eibar, había más juego, al final creo que hemos tenido suficientes oportunidades de marcar más, pero el empate no es justo. Nos pasa demasiado que el resultado no es justo. Hacemos cosas mal, un error nos costó un gol, no es para culpar a nadie porque todo el mundo puede tener fallos, pero son en momentos claves».
El próximo partido del Barcelona será el 3 de enero visitando al Huesca.