Cordillera

El Bolsón: El fuego fue controlado gracias a los brigadistas y sin la ayuda de una lluvia

Con la emoción pintada en su rostro, el jefe del Splif, Julio Cárdenas, confirmó ayer que “el orgullo de nuestros brigadistas pudo más: el incendio está contenido y sin la ayuda de una lluvia, durante toda la jornada del domingo se trabajó mucho para lograrlo. Jamás habíamos tenido un fuego de estas características, que obligó a poner mucha gente en el frente durante 21 días”.

El lunes feriado de carnaval, “a pesar del cansancio, los muchachos ya estaban listos desde el amanecer para salir a combatir los focos activos que aún quedan dentro del perímetro afectado”.

A su lado, con el cansancio propio de muchas jornadas donde el corazón reemplazó las fuerzas que ya faltan en las piernas, Nicolás De Agostini detalló luego de un sobrevuelo por los parajes Rinconada Nahuelpán, Los Repollos, Cuesta del Ternero y Mallín Cumé que “del análisis general, podemos determinar técnicamente que el incendio se encuentra en la etapa de contenido”.

Aclaró que “esta situación podría revertirse por condiciones meteorológicas adversas, aunque no son las pronosticadas para los próximos días, ya que favorecen el control de los focos aún activos, con la baja de temperatura y con llovizna jueves y domingo”. Por los trabajos de combate y la circunstancia ambiental, como afloramientos rocosos que frenan el avance del fuego y el descenso de la temperatura y aumento de la humedad, la propagación del frente de avance se detuvo en todos los sectores.

“Veníamos remarcando que los sectores 1, 3 y 5 estaban controlados y en guardia de ceniza. Por su parte, el sector 2 está contenido y una parte en guardia de cenizas, mientras que los sectores 4 y 6 aún todavía presentan puntos activos en la zona alta, donde por la tarde se levantan algunas columnas de humo, que se están trabajando para ser controlados”. Se quemaron al menos 7.800 hectáreas, aunque hay varias islas verdes dentro del perímetro para descontar. “Seguramente, al final será menos”.

Cárdenas adelantó que “a partir de este lunes se están replegando varias de las brigadas de todo el país que nos vinieron a ayudar, aunque quedará buena parte para seguir extinguiendo los puntos calientes. Todavía quedan varios días de tareas para terminar de asegurar cada sector”.

Cada mañana, 200 brigadistas son transportados a las zonas altas en los cuatro helicópteros al servicio del Sistema Nacional del Manejo del Fuego, mientras otros tres aviones hidrantes quedan apostados en el aeródromo de El Bolsón a la espera de ser requeridos por los jefes del operativo para el lanzamiento de agua sobre los focos activos, permitiendo luego que los combatientes puedan hacer fajas cortafuego con herramientas manuales. “Un incendio forestal se empieza y se termina a pala”, recordó el jefe del Splif sobre la situación.

Valoró que “el reconocimiento del pueblo es un mimo para el alma. Cada atardecer, al volver del campo, el aplauso y las bocinas de la gente nos daban aliento para seguir a pesar del cansancio. Este martes, a las 20 en el aeroclub, vamos a preparar algún festejo modesto para todos los muchachos que han puesto el cuerpo contra el fuego, junto con todos aquellos que han desempeñado distintas tareas logísticas. En total, estamos hablando de unas 300 personas afectadas al incendio”.

Llegaron cuadrillas de los parques nacionales Calilegua (Jujuy); Copos (Santiago del Estero); Los Glaciares (Santa Cruz); Aconquija (Tucumán) y El Rey (Salta); las sierras de Córdoba; Catamarca; Neuquén; el programa San Luis Solidario; Chubut y la policía de Río Negro, junto a los bomberos voluntarios de Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo y El Hoyo, entre otros.

Puesto de Chapas

En tanto, se controló otro incendio de grandes proporciones desatado el sábado por un rayo en la zona norte de El Maitén, en territorio rionegrino. La superficie afectada ronda las 2900 hectáreas de pastizales. El fuego comenzó a metros del límite interprovincial entre Río Negro y Chubut, dentro del campo de la estancia “Maitén” y se desplazó rápidamente –favorecido por el viento y las altas temperaturas- hacia las nacientes del río Chubut, amenazando a pobladores rurales del paraje Puesto de Chapas y Arroyo Las Minas.

Mantuvo un frente de ocho kilómetros y generó preocupación por su posible desplazamiento, ya que unos 15 kilómetros hacia la cordillera (en el paraje Mallín Cumé), aún se mantiene el otro incendio forestal de gran magnitud. “Estuvimos en terreno hasta la 1 del domingo, luchando para que el frente principal no llegue a la estancia El Portezuelo”, reseñó Julio Cárdenas.

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