Como habitantes del lugar, no querían quedar fuera de la lucha contra las llamas que amenazan a la localidad rionegrina, y pusieron manos a la obra.
Con las manos en la masa, así fueron captadas las abuelas habitantes de la Cordillera que no quisieron quedar al margen de lo que sucede en la región, donde un voraz incendio está provocando un desastre ambiental y a pesar de los esfuerzos por combatirlo, sigue consumiendo más hectáreas de bosque.
Ante el avance de las llamas, los brigadistas que trabajan en extinguir el incendio casi que no tienen descanso. Es por esto que los vecinos se organizan –como en cada siniestro en la localidad- para brindarles a los bomberos alimento, agua y otros elementos que pueden ser de su utilidad.
En este caso el grupo de abuelas preparó tortas fritas para quienes combaten el fuego, siendo ellos de Neuquén, Córdoba y los propios bomberos locales, quienes pudieron deleitarse con la comida que las ancianas les alcanzaron, entre la que había también fruta y agua.
Su accionar fue resaltado entre los vecinos, quienes remarcaron también su actitud optimista a pesar del delicado momento que vive la región por los incendios que azotan ya a varias localidades.
Con esa misma actitud esperan en los próximos días que el clima de una tregua, baje la temperatura y llegue la tan ansiada lluvia, ya que a pesar del esfuerzo de los 200 brigadistas, el incendio no da tregua.