La vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus, incluida la Covishield que se administra en la Argentina, tiene «un perfil riesgo-beneficio positivo, con un enorme potencial para prevenir infecciones y reducir las muertes», indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un nuevo aval a este fármaco que volvió a ser utilizado por los países europeos que lo habían suspendido ante efectos adversos en pocos pacientes.
«Los datos disponibles no sugieren ningún incremento global de la coagulación, como trombosis venosas o embolias pulmonares, después de vacunarse contra la Covid-19», afirmó un comité de expertos de la agencia sanitaria de la ONU, reunido tras la decisión que tomaron por precaución los Gobiernos de Italia, Francia y España, entre otros.
«Las tasas notificadas de eventos tromboembólicos después de las vacunas están en línea con el número esperado de diagnósticos de estas afecciones. Ambas condiciones ocurren naturalmente y no son infrecuentes», indicaron los expertos.
La OMS recordó que hasta el momento se administraron más de 20 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca en Europa y más de 27 millones de dosis de la Covishield, la versión que se fabrica en el Instituto Serum de India y que llegaron a la Argentina.
Explicó que solamente se notificaron 18 casos de trombosis y «sin que se haya establecido una relación causal» entre la vacunación y esos coágulos sanguíneos.
Este aval coincide con el que brindó este jueves la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) al concluir que el fármaco es «seguro y eficaz».
Tras estos respaldos científicos, varios países retomaron la campaña e incluso algunos líderes, como los primeros ministros de Francia, Jean Castex, y del Reino Unido, Boris Johnson; se vacunaron con el fármaco desarrollado por el laboratorio sueco-británico.
«Literalmente no sentí nada. Fue muy rápido», dijo el premier británico a los periodistas en un hospital cercano a su residencia de Downing Street.
«A todo el mundo: cuando reciban la notificación para vacunarse, por favor vayan y vacúnense. Es lo mejor para usted, lo mejor para su familia y para todos», enfatizó Johnson, de 56 años.
El único país que tomó una decisión en dirección contraria fue Finlandia, que interrumpirá el uso del inoculante durante al menos una semana, tras dos informes de pacientes que sufrieron coágulos sanguíneos.
La máxima autoridad sanitaria del país «ha decidido suspender el uso de la vacuna AstraZeneca en Finlandia hasta disponer de mayor información sobre el caso y la posible causalidad», informó en un comunicado.
Más respaldo a la vacuna rusa
Paralelamente, la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Rusia, recibió un nuevo apoyo de la canciller alemana Angela Merkel, en momentos en que el ente regulador de la Unión Europea (UE) analiza si aprueba su uso masivo.
«En cuanto a la vacuna rusa, llevo tiempo diciendo que deberíamos utilizar cualquier vacuna que haya sido aprobada por la agencia europea de medicamentos», declaró la dirigente.
Alemania registra un aumento «claramente exponencial» de los contagios por coronavirus, por lo que no descarta un endurecimiento de las restricciones, informaron hoy las autoridades sanitarias.
«Es muy posible que en Pascua (principios de abril) tengamos una situación similar a la que vivimos antes de Navidad, con un número muy elevado de contagios, numerosos casos graves y muertes, y hospitales saturados», advirtió Lars Schaade, vicepresidente del instituto de vigilancia epidemiológica Robert Koch en una rueda de prensa.
Su vecino Francia comenzará un confinamiento estricto ante el repunte de contagios que regirá en París y otros 15 departamentos.