Por primera vez desde su detención en marzo de 2018, Diego Correa (foto) confesó haber pedido retornos a empresas de la obra pública en Chubut a cambio de destrabar pagos. Y admitió que cumplía órdenes de su jefe directo, el fallecido gobernador Mario Das Neves.
El exsecretario privado no declaró en la Causa Revelación pero hizo este reconocimiento clave este miércoles a través de su defensor Fabián Gabalachis, durante su alegato en la Oficina Judicial de Rawson.
«Correa me hizo saber que su silencio obedece al reconocimiento de que estuvo inmerso en los hechos de la acusación», explicó el penalista ante el tribunal en el juicio oral y público.
«Tuvimos largas charlas para tratar de ensayar alguna respuesta que neutralice la imputación, pero esa respuesta en todos los casos giró sobre la idea, que se corroboró en este juicio, de que obedecía órdenes superiores», añadió.Gabalachis advirtió que aunque tras pensarlo mucho Correa prefirió no prestar testimonio, se debe a que «su voluntad tampoco es hablar de los muertos. Por eso hace su reconocimiento en esta audiencia a través de mis palabras».
En su alegato, el defensor dijo que tanto Correa como el exministro de Economía Pablo Oca «aceptan lisa y llanamente» los episodios de cohecho que les imputa el fiscal Marcos Nápoli.
Pero con un extenso repaso de doctrina y jurisprudencia, pidió a los jueces que declaren inconstitucional la figura de la «asociación ilícita». Para el caso de que la validen, reclamó que Correa sea considerado miembro del grupo criminal y no «organizador».
Según su lógica, si Víctor Cisterna fue el primer organizador del grupo y tras su renuncia el esquema de recaudación ilegal siguió tal cual: «¿cuál es el argumento para decir que Correa pasó automáticamente de ser miembro a organizador?». En este sentido, «en el grupo ya estaba todo organizado y nada varió».