La fecha fue establecida por la UNESCO, que también elige todos los años a la Capital Mundial del Libro. Borges y el paraíso de las bibliotecas.
Aunque pase el tiempo y las tecnologías, el libro sigue siendo uno de los objetos más bellos y perfectos que creó el hombre. Para rendirle homenaje, cada 23 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro.
El festejo internacional se realiza a instancias de la UNESCO. También, en la misma jornada, se festeja el Día del Derecho de Autor.
“Los libros tienen esa capacidad única de entretenernos, de instruirnos, de ser a la vez el instrumento que sirve para salir de sí mismo y para encontrarse con un autor, una autora, un universo o una cultura, y de ofrecer un tiempo para sumergirse más profundamente en sí mismo”, dijo Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, con motivo de la celebración, durante el año pasado.
Resultaba difícil elegir a un autor que simbolizara a la literatura toda, la lectura y el mundo del libro. La UNESCO se volcó por conmemorar a los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega, cuyo fallecimiento ocurrió en abril. Además, también sirve como conmemoración de otros como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
Además, cada año, la UNESCO y otras entidades vinculadas al mundo editorial eligen la Capital Mundial del Libro, cuyo “mandato” comienza el día 23 de abril. Se comenzó a otorgar en 2001 y la elegida en esa oportunidad fue Madrid.
Luego, en cada año, se eligió a una ciudad distinta. El turno de Buenos Aires fue en 2011. Este año, le tocó a Tiflis (Georgia) y el año próximo será el turno de Guadalajara, en México.
En la Argentina, como sucede en el resto del mundo, la jornada funciona como una excusa para promocionar la lectura. Y el valor que tiene el encuentro con el libro como elemento cultural.