Lionel Messi ganó su título número 35 con la camiseta del FC Barcelona y, más allá del tendal de rivales que dejó en el campo, una de las imágenes de la noche en que le ganó la Copa del Rey al Athletic de Bilbao fue la del argentino, capitán de su equipo, levantando el trofeo.
Es que más allá de su indisimulable ascendencia, no era común para él levantar las copas que ganaba el club ya que recién desde 2018 es el capitán. A pesar de que algún despistado pueda sorprenderse, tiene algo de lógica: ese rol les había correspondido a Carles Puyol, Xavi Hernández y Andrés Iniesta…
Tal vez por eso, ¿o porque pudo haber sido su último título con la camiseta blaugrana?, Leo se mostró extremadamente feliz por haber obtenido la Copa del Rey en una temporada que había tenido puntos muy bajos y que ya lo tiene eliminado de la Champions League.
«Siempre es lindo levantar un título, (estoy) muy feliz por este grupo que merecía una alegría. Es muy especial ser el capitán de este club, donde llevo toda la vida», aseguró Messi antes de reforzar sus propios dichos: «Es una Copa muy especial».
«Es un año diferente para nosotros, de transición, con muchos jugadores jóvenes. El equipo se fue haciendo fuerte, hoy nos llevamos este título y todavía queda mucha Liga», destacó el rosarino, a sabiendas de que más allá de la derrota contra Real Madrid, el Barcelona está sólo dos puntos detrás del Atlético de Madrid y uno por debajo del Real en la Liga de España.
Una de las imágenes más icónicas de la celebración se produjo cuando todos los jugadores del Barcelona hicieron fila, como si se tratara de un casamiento o un cumpleaños de 15, para sacarse una foto con el protagonista de la noche.
Fuente: Clarin