Nos gustaría preguntarle al procurador general qué pasó con los expedientes que se le elevaron para que investigue a delincuentes como el comisario general Néstor el “tero” Gómez Ocampo y el director de Seguridad Paulino Gómez, que se desempeñan en las altas esferas de la Policía de la provincia cometiendo ilícitos hace muchísimo tiempo y sin embargo siguen allí, desempeñándose en nada menos que la seguridad del pueblo.
Antes de salir a rasgarse las vestiduras sobre algún tema, le pedimos que por favor se mire al espejo y reflexione que hizo en todo este largo tiempo de su gestión, pero al parecer para lo único que usaría el espejo sería para delinearse los ojos.
No sabemos hasta donde las palabras de un funcionario como Miquelarena tendrían valor si hablamos de un sujeto puesto a dedo por el extinto Mario Das Neves, en uno de los periodos políticos de mayor corrupción en la historia de la provincia, y donde el mismo jefe de fiscales tuvo amigables acercamientos con “la banda” de Diego Correa, el ex secretario privado de Das Neves que cometió un aberrante “saqueo” al estado a través de sus empresas de obras públicas que eran encabezadas por su “número 2”. No lo vimos investigar de oficio cuando ocurría esa comisión de delitos a gran escala y de considerable notoriedad.
Y cuando hablamos de “acercamientos amigables” no nos referimos a un mero apretón de manos o a un abrazo afectuoso. Los secuaces de Diego Correa le construyeron parte de una mansión en Playa Unión. Sin embargo, cuando Miquelarena tuvo que declarar no pudo justificar que la obra que hicieron a su favor haya sido en calidad de contrato, pues no tenía facturas que dejaran constancia de eso. Esto fue lo que dejó un gran manto de sospechas sobre el procurador de que esa construcción pudo haber sido realizada por parte de la gente de Correa en carácter de coima por presuntamente haber hecho la “vista gorda”.
Estaría bueno que Miquelarena en vez de abocarse a hacerle campaña política a Massoni le rinda honor a lo último que le queda de sus funciones al frente del Ministerio Publico Fiscal y se ponga a hacer lo que se cree que no hizo desde septiembre del año 2008 hasta la actualidad (casi 13 años como procurador general): investigar y acusar.