Los resultados electorales plantean nuevos escenarios y novedades históricas en Chubut. El peronismo quedó a solamente 120 votos por encima de la peor elección de los últimos años y perdió 28 mil votos respecto de 2019. El arcionismo post dasnevista transita una caída notable y se le esfumaron más 84 mil votos en dos años. El PRO hizo su mejor elección en la provincia y sumó casi 63 mil votos desde 2019; mientras que la izquierda consiguió romper la barrera de los 20 mil votos.
Las dos principales fuerzas políticas de Chubut con orígenes peronistas tuvieron sus perores desempeños electorales dentro de la historia reciente de la provincia. Tanto el Frente de Todos como Chubut Somos Todos recibieron un rotundo golpe con la apertura de las urnas elecciones PASO del domingo. La desperonización del electorado chubutense parece ser un proceso que -si no es irreversible- se profundiza y se acentúa con el tiempo.
En la vereda de enfrente se ubicó el PRO, que desde Juntos por el Cambio degusta su mejor elección en la provincia a partir de conseguir 63 mil votos más que en 2019. Además, conquistó la primera victoria en las urnas en este territorio frente al peronismo, algo que no ocurría desde las últimas elecciones del triunfante radicalismo de Carlos Maestro y José Luis Lizurume en 2003.
¿La peor crisis histórica del PJ?
El Frente de Todos sumó solamente 73.103 votos en las PASO del domingo y quedó apenas 120 votos por encima de los 72.983 votos que había obtenido en los comicios de 2017.
La de 2017 fue su peor elección en la historia chubutense reciente. Ahora sumó un nuevo capítulo en su historia de frustraciones, y deberá mostrar capacidad y cabeza fría para tratar de revertir el resultado en noviembre. A priori aparece como complicado para el PJ dar vuelta los 35 mil votos que lo distanciaron el domingo de las boletas amarillas ganadoras. Claro está que no resulta sencillo predecir el destino de los votos arcionistas en un escenario de polarización ni la decisión que pueden tomar los numerosos votantes que no asistieron en las PASO.
Cuantitativamente la del domingo fue la segunda peor elección del peronismo desde hace 10 años, aunque en paralelo fue la primera en la que el PJ o alguna derivación suya como el dasnevismo caen derrotados ante una fuerza electoral no surgida del peronismo en los últimos 20 años.
Una conclusión provisoria muestra la magnitud de la crisis en la que está hundido el peronismo provincial. Si se sumaran los votos del Frente de Todos y los del ChuSoTo se llegaría a los 109.910 votantes. Serían tan solo 1.568 votos más que los obtenidos por Juntos por el Cambio.
¿Desaparece el dasnevismo?
El arcionismo como continuidad del dasnevismo sufrió un revés electoral de grandes proporciones. Los 36.800 votos de los candidatos del ChuSoTo mostraron una disminución de votantes que implicó 84.700 electores menos que en las generales de 2019. Si se compara el resultado con el de las elecciones de 2017 la retracción es de casi 64 mil votantes.
En los últimos años el dasnevismo -ahora devenido en arcionismo, a falta de una denominación mejor- nunca había quedado tan alejado de la disputa del primer o segundo puesto. En estas PASO se vio reducido a una pelea por el tercer lugar con la izquierda, a la que le ganó por solamente 11 mil votos.
Ya sin Mario Das Neves como líder político, el post dasnevismo parece contraerse a su mínima expresión y habrá que ver si el arcionismo es capaz de articular una reorganización para evitar su desaparición definitiva.
¿Cuál es el techo del PRO?
Los principales triunfadores de estas PASO legislativas fueron los candidatos del PRO, que arrasaron con sus rivales radicales y pusieron a Juntos por el Cambio frente al primer triunfo de un partido sin orígenes peronistas desde principios de este siglo.
Los 108.342 votos obtenidos por Juntos por Chubut lo pusieron frente a la primera victoria electoral desde los tiempos del histórico radicalismo -que ya comenzaba a despedazarse en la provincia y el país cuando arrancaba la década del 2000-.
El aumento de acompañamiento en las PASO fue notable para Juntos por el Cambio, ya que sumó casi 63 mil votos más que en las elecciones de hace dos años y 13 mil votantes nuevos que en el exitoso resultado conseguido en 2017.
Las dos listas radicales apenas sumaron 44.800 votos en estas elecciones, quedándose con el 40% de los votantes en la interna; en la que fueron arrasados por el PRO. Eso demuestra que quienes traccionan a Juntos por el Cambio en Chubut no son los radicales, sino los macristas.
La anterior muy buena elección de Cambiemos se produjo en las legislativas de 2017 cuando conquistaron poco más de 95 mil votos, pero en la siguiente elección provincial decrecieron a la mitad y volvieron a los niveles pre éxito; ya que apenas superaron los 45 mil votos.
Por ahora las buenas y exitosas performances del PRO y Cambiemos se han visto reflejadas en elecciones legislativas. Habrá que ver si el electorado los sigue eligiendo cuando lleguen los comicios que definirán quién gobernará Chubut y le otorga su voto de confianza ya no para ser opositores sino gestores.
La mejor elección trotskista
El Frente de Izquierda Unidad logró romper después de muchos años la barrera de los 20 mil votos en Chubut y sumó 25.533 respaldos en las urnas. El desempeño del trotskismo chubutense sólo puede ser comparado con los años de esplendor del MAS (Movimiento al Socialismo) en los años ’80.
El 9,30% conseguido el domingo le abre a la izquierda una expectativa superior a sus posibilidades electorales históricas. Seguramente consiguió captar la atención de un grupo de desencantados con los partidos tradicionales, aunque no por eso debería dejar de soñar con alguna concejalía o diputación provincial en Chubut.
Para el FIT-U el resultado del domingo tiene más sabor a techo que a piso, pero el desgranamiento del peronismo puede que lo beneficie con otra camada de sectores decepcionados. Su apuesta, además, es consolidar el voto de la mayoría de las expresiones críticas de la izquierda.
En una provincia donde la crisis, la conflictividad y el descontento de estatales y antimineros son moneda corriente, rozar el 10% sigue teniendo sabor a poco, aunque no resulta en absoluto despreciable.
En los comicios de 2017 el FIT junto al Partido Obrero, más lo aportado por el MST, había llegado a los 19.868 votos. El domingo esa barrera fue superada.