Más impunidad para el multi-denunciado funcionario judicial de Puerto Madryn que quiere ser ministro de la Corte provincial y que ahora tiene posibilidades ciertas. A Báez lo apadrina el gobernador Mariano Arcioni y lo protege cierto sector de la política chubutense que evidentemente ejerce muchas presiones en la toma de decisiones del Consejo de la Magistratura.
En el dictamen por el que beneficiaron al –todavía– jefe de fiscales de Madryn, desestimaron por ocho votos contra cuatro la denuncia que la organización “Madres victimas de trata” le hizo a Báez, acusándolo de no haber querido investigar un caso de abuso sexual contra un menor, cuya madre y padrastro igualmente terminaron enjuiciados y condenados a 16 y 14 años de prisión.
No es la primera vez que el Consejo de la Magistratura “salva” al controversial funcionario judicial; en ocasiones anteriores hizo lo mismo–también en un trámite exprés—por ejemplo, cuando lo denunciaron acusándolo de favorecer a los sospechosos del crimen del empresario pesquero de Madryn Raúl “Cacho” Espinosa, que al final terminaron desvinculados del caso.
Vale recordar que el homicidio de Espinosa ocurrido la tarde del 30 de enero de 2003, cuando lo atacaron a tiros en el acceso a su domicilio, todavía esta impune y ya no va a ser aclarado nunca más por culpa del fiscal Daniel Esteban Báez, según sus denunciantes.
Evidentemente hay un sector de la política que lo quiere a Báez ocupando cargos clave en el Poder Judicial: ¿por qué será? Es tanta la impunidad que sabe que tiene, que no le representa ningún problema, por ejemplo, comer un asado y fotografiarse con un narcotraficante actualmente condenado a 9 años de prisión por tratar de traficar diez kilos de cocaína de Madryn a España.
Tanto Báez, como su entrañable amigo y compañero de “juerga” Néstor Ángel “El Tero” Gómez Ocampo –actualmente subjefe de la policía del Chubut—deberían explicarle a la ciudadanía qué tipo de relación tenían y tienen ahora con Omar “El Cura” Segundo.