El documento firmado por los doctores en Biología Pablo Garcia Borboroglu y Laura Reyes detalla que no se pudo determinar el número de adultos que podrían haber sido aplastados en Punta Tombo. Y exigieron además, retirar el alambrado electrificado para evitar más muertes.
En la jornada del lunes se realizó una denuncia por parte de autoridades del Ministerio de Turismo de Chubut , donde se informó que en medio de una expedición ocular realizada por los guardafaunas de la reserva de Punta Tombo, se percataron que una persona había realizado un camino sin autorización, el cual pasaba por todo el campo hasta la costa y afectó a cientos de pingüinos junto a sus respectivos pichones, que resultaron muertos.
ADNSUR recibió el informe oficial realizado por los doctores en Biología Pablo Garcia Borboroglu y Laura Reyes, investigadores y especialistas en pingüinos de Magallanes.
En el mismo se sostiene que «la evaluación sobre daños producidos por un tercero en propiedad del Sr. Alberto La Regina habrían sido provocados por una máquina pala mecánica y/o motoniveladora, afectando un área prístina de su campo, que incluye sectores de nidificación de pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus), que el mencionado, en su carácter de propietario, mantiene protegidos».
En diálogo con esta agencia de noticias, los profesionales expresaron: «Pasar con una topadora por un sitio de alta densidad… pasaron por arriba de nidos, donde había huevos, arrasaron y compactaron el terreno, es una locura, nunca habíamos visto tanta crueldad».
Se constató la destrucción de un número mínimo estimado preliminarmente de 146 nidos, tanto por aplastamiento y posterior compactación del terreno, como por el depósito de material extraído con la pala sobre nidos linderos al camino. Este cálculo se obtiene de la extrapolación de la densidad de nidificación medida en terreno sobre las superficies impactadas.
Se estima un total de 292 pichones muertos y/o huevos destruidos, sin poder estimar aún el número de adultos que pudieran haber resultado aplastados por las máquinas dentro de sus nidos. Cabe destacar que, ante el disturbio, los pingüinos se mantienen en sus cuevas si estas son profundas, y sobre todo cuando se encuentran incubando huevos o empollando pichones.