Vecinos del barrio Abel Amaya decidieron salir a limpiar las calles de su sector tras las intensas lluvias de los últimos días, varios resultaron afectados por el ingreso de agua de cloaca.
Residentes de la calle Lorenzo Marchetti entre las avenidas Chile y Lisandro de la Torre, durante la jornada de ayer decidieron abocarse a la limpieza de la calzada luego de las lluvias registradas en la zona, si bien en su mayoría no se inundaron, algunos vecinos sí sufrieron el ingreso de agua de cloacas.
“Hace 27 años vivo acá y nunca pasa el barrendero a limpiar las calles en condiciones normales, solamente pasan a recolectar residuos, entonces con los vecinos nos juntamos a limpiar la calle, y tratando de palear esto pero esperamos que vengan a dar una mano en el grueso que quedaría” expresó Gabriela a Crónica. Y continuó: “en la calle de acá atrás y a la vecina de la esquina les entró agua, a otros les hizo reflujo la cloaca e ingresó porque se colocan caños con dimensiones muy chicas, que no alcanzan. Esto es un embudo, siempre que llueve nos inundamos pero no pasaba con las dimensiones de ahora”.
En este sentido, vecina del Abel Amaya remarcó que “es lo que nos toca vivir y tenemos que aguantar pero pedimos que hagan las cosas que corresponden para que el agua pueda correr y que las hagan a conciencia porque todo lo que drena termina acá, que no esperen que hagamos reclamos más fuertes y terminemos cortando calles”.
Asimismo apuntó que “estamos cansados, la vecina de la esquina agarró a su hijo y su perra y se fue porque sabía que se inundaba, nosotros desde el 97 nos estamos inundando pero no existimos”.
Por su parte Valeria, otra de las vecinas, puntualizó que “estuvimos desde las 9 y hasta las 3:30 de la madrugada tratando de resistir por las cloacas, tapeando adelante y en el patio. Yo hice mi casa de vuelta después de 2017 porque nos inundamos groso, entonces pido que hagan algo. Los vecinos de atrás están todos inundados, caen dos gotas y estamos temblando” dijo, y lamentó: “siempre que llueve la gente pierde todo, la amiga de mi hija ya cuatro veces se inundó y ahora perdió otra vez el auto, esto es una zona de guerra. Acá no vino nadie a ayudarnos, van al Pueyrredón y al Juan XXIII pero acá nadie, a este barrio nadie lo tiene en cuenta”.
En este sentido, comentó que “todos pagamos impuestos y el barrendero no pasa ni los días lindos, estas cosas siguen pasando y nadie hace nada, seguimos con el agua al cuello. Ya no se puede más, me dan ganas de irme al campo porque no quiero estar más así. Las muñecas y manos no me dan más de estrujar toallas porque se me venían las cloacas y detrás se filtró humedad de las paredes del vecino que estaba inundado, tiramos yeso y cal que teníamos, pero nadie más hace nada”.