En el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, un reciente informe de WWF alertó sobre los efectos del cambio climático y la deforestación. Entre las zonas más afectadas, se encuentran las regiones tropicales de América Latina y el Caribe.
Las poblaciones de animales vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves ymamíferos) han disminuido 69% en promedio a nivel global en los últimos 50 años, según reveló el Informe Planeta Vivo elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), publicó Infobae.
La investigación destacó que las poblaciones más afectadas fueron las especies de agua dulce, que presentan una caída del 83% desde 1979, y que las regiones con mayor impacto se encuentran en los trópicos, donde Latinoamérica y el Caribe han sufrido una disminución media del 94% de las poblaciones de vertebrados respecto a 1970.
La reciente decimocuarta edición del informe analizó la situación crítica de casi 32.000 ejemplares de 5.230 especies de vertebrados de todo el planeta entre 1970 y 2018. En el marco del Día Mundial de Protección de la Naturaleza, que se celebra cada 18 de octubre para concientizar sobre el daño que el hombre le produce al ambiente, estos datos son contundentes: los humanos estamos arrasando nuestros ecosistemas.
Los investigadores destacaron la pérdida de corales en todo el mundo, la disminución de un 65% de la población de delfines rosado del Amazonas, y la reducción del 71% en promedio de la población de 18 de las 31 especies de tiburones y rayas oceánicas, fundamentalmente por la presión de la industria pesquera.
Los datos apuntan a que los principales factores de la degradación de los ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce son los cambios de uso del suelo, la sobreexplotación de plantas y animales, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
En ese sentido apuntaron que varios de estos factores influyeron en la caída del 66% de las poblaciones de vida silvestre de África, así como en la caída general del 55% en Asia Pacífico.
Según los autores del estudio, esta pérdida de biodiversidad, se debe a la demanda de energía, alimentos y otros materiales a causa del crecimiento económico, el incremento de la población, el comercio internacional y la elección de tecnología en los últimos 50 años.