En octubre, la inflación circuló a un ritmo del 6,3% e impactó en las góndolas de los supermercados, autoservicios y comercios de cercanía. Las ventas en estos canales de comercialización promediaron una caída del 4,5% en todo el país, Se trata de la segunda caída, después de 14 meses de ventas con signo positivo, según los registros de la consultora Scentia.
Con ese resultado, el acumulado del año se mantiene con una suba del 2,4%, aunque los próximos dos meses se van a comparar con bases altas por lo que aún no está definido cómo cerraría el año.
“No hubo sorpresas y lo que se suponía en octubre, sucedió. Si bien la situación entre canales fue bastante diferente”, explica Osvaldo del Rio, analista de esa consultora.
Se refiere a que las grandes cadenas de supermercados, estimuladas por los programa oficiales de precios, las promociones con tarjetas bancarias y los programas de fidelización lograron crecer 1,7% su volumen de venta, aun cuando la base de comparación es alta (5,4%).
En cambio, los autoservicios y comercios de cercanía- que concentran aproximadamente el 60% del volumen total- sufrieron un retroceso importante del 9,8%, continuando con una tendencia a la baja que comenzó en julio. Por eso, en el promedio de la caída general, prima el signo negativo.
Antes de la crisis del 2002, los supermercados llegaron a concentrar el 50% de las ventas, luego cayeron al 29% hacia el 2003 y de a poco fueron recuperando. Actualmente, con todos los imanes para atraer clientes, llegan a captar el 38% del volumen de ventas.
Entre los motivos de la disparidad en las ventas entre los canales, según el analista, figuran «la diferencia de precios (más caros en los comercios de barrio), las bases de comparación y una capacidad de compra de los consumidores que está cada vez mas afectada”, explica.
Una característica común que se vio en octubre, en todos los puntos de venta fue la caída en las categorías de productos de limpieza personal y para el hogar. Esta categoría -que lideró las ventas durante la pandemia- es una de las primeras en resentirse en épocas de crisis o de alta inflación.
Teniendo en cuenta todo el mercado, esta categoría cayó 11,2 puntos el mes pasado. También las bebidas conformaron una canasta mas “fusible” dentro de la compra hogareña. Se desplomaron 9,7% en el caso de las bebidas con alcohol y 6,5%, las sin alcohol. Evaluadas las ventas de productos de limpieza por canales, se hizo evidente una caída mayor en los autoservicios (16,2%) versus una merma del 4,8% en las góndolas de los supermercados.
De acuerdo con el seguimiento de la empresa Scanntech que escanea más de 4,5 millones de tickets en los comercios de cercanía. la caída de las ventas en ese canal fue del 11,1%. Con lo cual, los primeros diez meses del año, mostraron una contracción del 3,5%.
“En el acumulado del año, se ve la persistencia de la caída del consumo a una tasa de doble dígito en el área metropolitana. Mientras que el Interior, la retracción está mucho mas suavizada (-1,7%), si bien se aceleró fuerte en los últimos meses”, detalla Gustavo Mallo, analista de esa firma.
En cuanto a la variación de los precios, el promedio monitoreado por Scentia en los comercios llegó al 87,6%, por encima del 82,8% detectado durante el mes anterior. También en línea con el acumulado interanual de la inflación general que informa el INDEC (88%).
La celeridad con que aumentan los precios alertó a la secretaria de Comercio a apurar también el nuevo acuerdo de Precios Justos que rige ahora, para mantener unos 1700 productos sin aumentos durante cuatro meses.
De acuerdo con las mediciones de otras consultoras, en los primeros quince días de Noviembre hubo una ligera desaceleración en los alimentos que aún no resulta suficiente para desinflar la expectativa de que la inflación general del mes resulte por debajo del 6%. De todas maneras, los funcionarios apuestan a que el programa logre encorsetar en alguna medida el rubro que dispara los índices de pobreza y de indigencia.