El papa Francisco presidió en la Plaza San Pedro el funeral de su predecesor Benedicto XVI ante miles de personas que buscaron darle el último adiós al pontífice emérito que murió el sábado a los 95 años. Al despedirlo, destacó que Benedicto XVI tuvo “sabiduría, delicadeza y entrega”.
“Es el pueblo fiel de Dios que, reunido, acompaña y confía la vida de quien fuera su pastor”, planteó Francisco durante la homilía de la misa dedicada al pontífice alemán, quien renunció al trono de Pedro en 2013 tras 8 años de pontificado.
En su mensaje, de hecho, Francisco pareció aludir a la renuncia de Benedicto y, tras citar un texto de San Gregorio Magno, recordó “la conciencia del pastor que no puede llevar solo lo que, en realidad, nunca podría soportar solo y, por eso, es capaz de abandonarse a la oración y al cuidado del pueblo que le fue confiado”.