El primer temblor fue de magnitud 6,4, cuyo epicentro se situó en el distrito turco de Defne, se produjo a las 20.04 (14.04 hora argentina) y se sintió en Antakya y Adana, 200 km más al norte.
Tres minutos más tarde se produjo otro temblor de magnitud 5,8 en Samandag, una ciudad costera al sur de Antakya, y el alcalde informó del derrumbe de varios edificios, sin mencionar víctimas, precisó la agencia AFP.
Según un primer balance, al menos tres personas murieron en la provincia de Hatay y más de 200 resultaron heridas, anunció el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu.
Según el ingeniero geofísico Övgün Ahmet Ercan esto se trata de «réplicas a lo largo de la falla de Anatolia» y no de nuevos «terremotos independientes».
Como medida de precaución, el hospital público de Alejandreta y el Hospital Universitario Mustafa Kemal de Antakya fueron evacuados y los pacientes de cuidados intensivos fueron trasladados a un hospital de campaña.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que ocho personas resultaron heridas al caer edificios ya dañados, pero decidió levantar la advertencia de inundación costera emitida anteriormente por el gobernador y por Afad.
En Alepo, capital de la provincia homónima, 47 personas resultaron heridas al intentar huir presas del pánico, informó la agencia de noticias Sana citando fuentes hospitalarias.
«La carretera se movía como las olas. El edificio se movía de un lado a otro, y los coches iban de izquierda a derecha», dijo Mehmet Irmak, de 34 años, empleado de una escribanía.
«Hatay ya no es un lugar seguro. Se oyen muchos edificios derrumbándose… Esperamos el amanecer pero no sé qué voy a hacer», dijo el hombre que llevaba quince días durmiendo en su coche luego del primer terremoto.
La agencia Afad afirma que se registraron más de 6.000 réplicas desde el terremoto de magnitud 7,8 que devastó el sur de Turquía y Siria, hace exactamente quince días.
Telam