Desde la Federación de Sociedades Rurales del Chubut, admitieron que algunos propietarios de campos están registrando la pérdida del 25% de las crías de las ovejas por los ataques de la fauna autóctona predadora.
El titular del organismo, Leonardo Jones, comentó que «estamos terminando una temporada estival en la que, en la mayoría de la provincia, llovió bastante, y los campos están mejor en este momento que lo que estaban hace un año, tras un verano seco», pero que «por supuesto hay lugares que siguen sin poder mejorar la oferta forrajera».
Jones detalló que «sigue habiendo cada vez más pumas, zorros, y guanacos, que es el gran problema de los campos de la zona centro y centro-norte de la provincia».
«Cada productor mide el daño, en el campo se cuenta, mínimo, dos veces al año la hacienda, y hay categorías más delicadas, como la del borrego, que entre el destete que se realiza en febrero y la primera esquila que se le realiza a finales del invierno, hay gente que pierde solamente por predación hasta el 25% de esa categoría. Es una particularidad de cada campo y región. No se puede generalizar», detalló Jones.
PERDIDA CRIADORES VACUNOS
Y, por otro lado, Jones se refirió a la situación de la producción bovina, y reveló que la inflación impactó en el poder de compra. «Estamos en plena zafra de terneros, y se está dando un fenómeno que no se daba hace varios años, y que es que producto de la crisis económica y la disminución del poder adquisitivo, la gente está comprando cada vez menos carne, y el consumo está deprimido».
Además, dijo que «la materia prima con la que se engordan los animales, y que es el último paso antes de venderse para consumo humano, producto de la sequía que hay en el norte, subió mucho de precio, no hay soja, girasol, maíz, que son los insumos del alimento balanceado», y que actualmente «los productores/criadores de la cordillera están vendiendo los terneros que van a Río Negro, o a Gaiman, Dolavon, Trelew, a los engordes, y hay muchos que van a comprar menos, y hay otros que ya dejaron de ser engordadores, porque la situación está bastante complicada y triste para los criadores».
Jones recordó que el año pasado «el precio del ternero era de 360 pesos el kilo», y que este 2023 «tendría que estar entre 700 o 750 pesos solamente para equiparar la inflación, y hoy está entre 500 y 600 pesos, por todo este escenario el criador está perdiendo entre un 20 y un 30% de valor en pesos por cada ternero».
«La enorme mayoría de los productores que tienen vacas y venden terneros son pequeños o medianos, y el impacto económico es grande, porque están obligados a venderlos, no se lo pueden quedar, y todos los días hablamos con ellos, y mi sensación es que el precio no se va a mover, y que va a bajar un poco más, porque tampoco a los engordaderos le dan los costos», puntualizó.
DOLAR AGRO
Por otra parte, y luego del lanzamiento del Programa de Incremento Exportador, el cual se extiende hasta el 31 de mayo, y establece un dólar agro a 300 pesos, Jones, afirmó que «no vemos con expectativa que pueda ser una realidad en lo inmediato», en relación a la producción de lana.
«Hace unas semanas, después de gestiones que realizamos nosotros con los colegas patagónicos, a través de CRA (Confederación Rurales Argentinas) y por las que realizó el Gobierno provincial, tuvimos la buena noticia de que la lana entraba en este esquema del dólar agro», recordó Jones. Pero, admitió que «con el correr de los días fue ganando la incertidumbre, porque se advertía que el mecanismo por el cual se va a implementar, se torna difícil, ya que, por cuestiones técnicas de la operatoria de compra, procesamiento, exportación y cobro de la lana para las laneras, es casi imposible acceder al esquema».
Jones aclaró que «es por el plazo, por el tipo de mecanismo, y por otras cuestiones, que no tienen que ver con los productores, sino con el proceso natural de comercialización de las laneras»
La Federación de Sociedades Rurales del Chubut, emitió un comunicado en el que «le advertimos a nuestros colegas productores que, en muchos casos, el mercado se ha paralizado en estos últimos días, porque a quien le queda algo de lana de la zafra pasada para vender, lógicamente quiere esperar para poder tener este tipo de cambio».