El gobernador Ignacio Torres se reúne con bancos estadounidenses, incluido el JP Morgan, para negociar un canje de deuda que alivie los casi 500 millones de dólares heredados, con vencimientos críticos en 2026.
El futuro financiero de la provincia de Chubut se juega esta semana en Los Ángeles. El gobernador Ignacio «Nacho» Torres lleva adelante una gestión clave con entidades financieras internacionales para reestructurar la pesada deuda provincial. Su objetivo es canjear los casi 500 millones de dólares heredados de gestiones anteriores por un financiamiento «más sano», con mejores plazos y tasas, que permita respirar a las arcas provinciales y destrabar la inversión pública.
El mandatario no viaja solo: lo acompañan el ministro de Economía, Miguel Arnaudo, y el presidente del Banco de Chubut, Paulino Caballero. Las reuniones, que incluyen a la banca JP Morgan y a otro medio centenar de entidades, buscan capitalizar una leve mejora en el acceso al crédito internacional tras las elecciones de octubre.
Una herencia pesada: los números de la deuda
La urgencia de la misión tiene números concretos. Según información del sitio ADN Sur, la provincia enfrenta una carga heredada de casi 500 millones de dólares, a la que se suman otros 400 millones que ya se pagaron en 2024 y 2025.
El calendario de pagos es apremiante:
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Hasta 2030, Chubut debe desembolsar 485 millones de dólares.
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Solo en 2026, los vencimientos superan los 200 millones de dólares.
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Los principales instrumentos que generan esta presión son el BOCADE de 2016 (293 millones USD) y el TIDECH emitido en 2021 (136 millones USD).
«El peso de estas deudas condiciona la ejecución de cualquier política pública», es la explicación que subyace a la búsqueda de préstamos con tasas más bajas y plazos más amplios.
Un viento a favor y el ejemplo de otras provincias
El contexto nacional ofrece una ventana de oportunidad. La amplia victoria del presidente Javier Milei en las elecciones de octubre y la consiguiente caída del riesgo país han abierto las puertas a un financiamiento internacional más accesible para provincias y empresas.
Curiosamente, los primeros en aprovechar este escenario fueron gobernadores opositores:
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Martín Llaryora (Córdoba): obtuvo unos 725 millones de dólares.
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Jorge Macri (CABA): canjeó deuda por 600 millones de dólares.
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Santa Fe logró financiamiento por 810 millones de dólares.
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Incluso Axel Kicillof (Buenos Aires) consiguió el permiso para financiarse, aunque su proceso ha estado marcado por tensiones políticas con el gobierno nacional.
Chubut, con necesidades más modestas, espera seguir este camino con una operación ya autorizada por la Nación, según trascendió desde fuentes oficiales.
El difícil escenario fiscal local
La reestructuración de la deuda es vital porque, a pesar de algunos alivios, el panorama fiscal provincial sigue siendo ajustado. Si bien el mes pasado se firmó un acuerdo para eliminar las retenciones del 8% a la exportación de petróleo convencional, se estima que las regalías petroleras se mantendrán bajas durante 2026.
Tampoco hay señales de una mejora sustancial en la coparticipación de impuestos, en un contexto donde la recaudación real está a la baja tras seis meses de caída en el consumo. Este es el escenario de «cinturones apretados» que el gobernador Torres viene explicando a los intendentes de la provincia.
Por ello, las negociaciones en Los Ángeles son centrales. Con el aval de la Legislatura provincial ya asegurado y en el marco de un acuerdo de cancelación mutua de deudas con la Nación, una operación exitosa podría marcar un punto de inflexión para las finanzas de Chubut. La información detallada sobre este viaje estratégico fue reportada originalmente por el medio El Chubut.




