Se trata de Luis Alberto Ramírez, quien denunció ante la policía que fue golpeado a puñetazos y patadas el domingo, cuando intentó ingresar a la reunión de la entidad que se aprestaba a cambiar las autoridades.
Ramírez sostuvo que hasta tanto no se garantice su integridad física frente a la ola de violencia desatada contra él, que incluyó insultos de los más variados, no participará de las reuniones del Consejo de Administración.
A la hora de señalar a un responsable de lo que le pasó, no dudó en mencionar al dirigente político Maximiliano Valle, quien lo señaló y dirigió «la horda» que lo atacó.
Puso en duda lo actuado por la asamblea de delegados porque, entre otras cosas, desplazó a consejeros que aún tienen mandato por ejercer, como el caso de Brian Jeansalle y Robinson Alejandro Jaramillo.