En El Bolsón, una familia ha sido víctima de un robo en su hogar, donde los delincuentes se llevaron no solo sus pertenencias, sino también los medicamentos necesarios para sus hijos. Angélica Salamín, madre de los niños, realizó la denuncia en la Comisaría 12° durante la mañana del jueves. El incidente tuvo lugar en el barrio Esperanza, y los ladrones se llevaron todos los muebles, incluyendo las camas de los niños, así como el nebulizador y los medicamentos, los cuales tienen un costo superior a los $150.000 y son necesarios para su pronta operación.
La familia, que trabaja arduamente y tiene recursos limitados, apela a la sensibilidad de los ladrones para que devuelvan los medicamentos. Angélica Salamín expresó: «Les pedimos que piensen en su corazón, ya que somos una familia humilde que no tiene los recursos para reponer estos remedios. Si se arrepienten o no se atreven a venir a nuestra casa, les rogamos que los dejen en la entrada del barrio o en algún lugar donde alguien los pueda encontrar».
Uno de los niños requerirá una intervención quirúrgica en Buenos Aires dentro de dos meses, para lo cual la familia había organizado recientemente una rifa y ventas comunitarias a través de las redes sociales para reunir el dinero necesario. Otro de los objetos de gran importancia que se llevaron los ladrones fue una garrafa de 10 kilos con su regulador, la cual es fundamental para cocinar y calentar la casa.
El incidente ocurrió mientras la familia se encontraba en El Maitén debido a las obligaciones escolares del hijo mayor. Fue una vecina quien les informó que habían roto los vidrios, forzado la puerta y prácticamente vaciado la casa, llevándose incluso los antiepilépticos del niño más pequeño y un spray nasal que utiliza para su tratamiento, ya que tiene programada una cirugía para el 4 de julio. También se llevaron el nebulizador y la cama completa, sin dejar ni siquiera las sábanas.
Además, se llevaron el sillón con la ropa doblada de los niños, que estaba lista para planchar, un lavarropas, la mesa y las sillas, lo que sugiere que los delincuentes utilizaron un vehículo para transportar todas sus pertenencias.
En cuanto a posibles testigos, Salamín explicó que un vecino escuchó los ladridos de los perros, pero por temor a represalias, no se animó a salir ni a llamar a la policía. Durante una búsqueda en los alrededores, solo se encontró una prenda de vestir que los delincuentes perdieron en su huida.
Es lamentable que una familia trabajadora se enfrente a esta situación, especialmente cuando los medicamentos son vitales para el bienestar de sus hijos. Esperamos que la conciencia de los ladrones los lleve a devolver los medicamentos robados y que esta familia pueda encontrar el apoyo y la solidaridad necesarios para superar esta difícil situación.