Miguel Galuccio, CEO de Vista, dijo en una entrevista a Reuters que se avanza en medidas que benefician el clima de negocios pero que hay que «levantar el cepo porque sigue siendo una restricción para inversores extranjeros».
La petrolera Vista, la segunda operadora de hidrocarburos no convencionales del país, totalizará inversiones por unos u$s 1100 millones este año para acelerar la producción en Vaca Muerta, dijo a Reuters su fundador y presidente ejecutivo, Miguel Galuccio.
La empresa invertirá en más pozos y en obras de infraestructura para aumentar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta, dijo Galuccio en una entrevista desde Nueva York tras el festejo por los cinco años de cotización en la New York Stock Exchange (NYSE), donde la acción subió más de 460% en dólares desde su lanzamiento.
«En 2023 el mayor cuello de botella que tuvimos fue la infraestructura y no está 100% resuelto», explicó Galuccio, quien mencionó las obras de Oleoductos del Valle (Oldelval) para duplicar su capacidad de evacuación de petróleo mediante el oleoducto Vaca Muerta Sur, que llegaría desde Neuquén hasta un puerto en Rio Negro y el de Vaca Muerta Norte para llegar a Chile.
Vista, que este año sumó un tercer equipo de perforación y traerá un segundo set de fractura, pasó de producir 50.000 barriles de petróleo equivalente por día (boe/d) en 2023 a 65.000 en el segundo trimestre de este año, cuando tendrá un promedio de produción de 70.000 boe/d hasta alcanzar los 85.000 boe/d en el cuarto trimestre, dijo Galuccio.
La empresa proyecta alcanzar los 100.000 boe/d de producción para 2026 y 150.000 barriles para 2030.
Su ‘lifting cost’ (costo de extracción) fue de u$s 4,5 por barril en el segundo trimestre, aunque Galuccio sostuvo que la empresa podría bajarlo a u$s 4 por barril en 2026.
«Empezamos con u$s 18 de ‘lifting cost’, hemos venido bajando. Hoy estamos llegando a un límite técnico», explicó. Sin embargo, consideró que «podríamos apuntar a u$s 4, todavía podríamos sacarle 50 centavos de acá al 2026».
Galuccio, un ingeniero en petróleo que trabajó muchos años fuera de Argentina y volvió al país en 2012 para asumir como presidente ejecutivo de YPF, desde donde impulsó hasta que dejó ese cargo en 2016 el desarrollo de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo.
«En 2012 Vaca Muerta era para creyentes. Hoy Vaca Muerta es para ingenieros», recuerda Galuccio sobre los inicios de la exploración.
Pero el país todavía se encuentra lejos de desarrollar masivamente Vaca Muerta, que abarca una superficie similar a la de Bélgica.
«Vaca Muerta necesita más ‘Vistas’, más inversión», sostuvo Galuccio y destacó como positivo la aprobación en el Congreso de una ley que incluyó la liberación de las exportaciones y la no intervención del Gobierno en los precios del mercado local de hidrocarburos.
«Esos dos conceptos son buenos para la industria, para una industria que es importante para el país para generar divisas», explicó. «El tercero que podría ayudar mucho es levantar el cepo porque sigue siendo una restricción para inversores extranjeros».
Galuccio estimó que Vaca Muerta podría producir 1 millón de barriles por día en 2030, lo que le permitiría al país generar unos u$s 20.000 millones por año. «Una pampa húmeda sin riesgo de lluvia», explicó, en referencia a la importancia que tiene el sector rural para el país como generador de divisas.