En los últimos años, se ha registrado un incremento notable en las muertes de ballenas franca austral en la costa de Península Valdés.
En 2022, se registraron 13 casos y en 2023, la cifra se disparó a 30. Sin embargo, lo que más preocupa es que un reciente informe indica que se han encontrado 71 ballenas muertas en la Península Valdés en lo que va de la temporada de 2024.
De ese total, 53 son ballenatos y 18 ejemplares adultos, según el monitoreo sanitario que se lleva adelante en Chubut.
Gabriela Bellazzi, parte de la red de varamientos y actual presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides, explicó que esta situación parece estar relacionada con una toxina natural asociada al fenómeno conocido como “marea roja”, según publica Canal 12.
Según explicó, la presencia de esta toxina suele estar relacionada con la primavera y el aumento de las temperaturas marinas. La toxina es absorbida por los organismos que las ballenas consumen, y al filtrarlos, quedan expuestas a niveles letales de esta sustancia.
“Es un fenómeno natural que se da en todos los mares del mundo, aunque el calentamiento de los océanos podría aumentar su frecuencia”, manifestó.
Sin embargo, una preocupación adicional es el impacto en la costa de la acumulación de estos animales, ya que si bien hay empresas de avistaje y organizaciones locales que colaboran en la reubicación de las ballenas varadas para evitar que lleguen a playas turísticas, el proceso es complejo ya que la descomposición produce gases que pueden hacer que los cuerpos exploten.
Finalmente, la referente recomendó a la comunidad mantenerse alejada de los animales varados y evitar el contacto de mascotas con los restos, ya que la toxina puede representar un peligro para ellos.