Google lanza chip cuántico. Google ha lanzado Willow, su chip cuántico de última generación, que establece nuevos estándares en potencia de cálculo y corrección de errores. Según un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature, el chip ha superado retos clave que acercan el sueño de construir un ordenador cuántico útil a gran escala.
Logro histórico en computación cuántica
El desarrollo de Willow representa un paso crucial en la corrección de errores cuánticos. El chip demostró que, al aumentar el número de cúbits utilizados, los errores se reducen de manera exponencial, logrando el estado conocido como «por debajo del umbral». Este avance es considerado un «logro histórico» por Hartmut Neven, director de Google Quantum IA, quien destacó que se trata de un desafío técnico que llevaba más de 30 años sin resolverse.
Supremacía cuántica demostrada
Durante las pruebas realizadas en los laboratorios de Google en Santa Bárbara, California, Willow completó en cinco minutos una tarea que el superordenador Frontier, uno de los más rápidos del mundo, no podría realizar ni en tiempos comparables a la edad del universo. Esto consolida la supremacía cuántica de Willow frente a las computadoras tradicionales.
La importancia de la corrección de errores
Uno de los mayores retos en computación cuántica es la sensibilidad al ruido, que afecta la precisión de los cálculos. Willow no solo redujo significativamente las tasas de error, sino que lo hizo en tiempo real. Esto demuestra que es posible escalar la tecnología hacia sistemas más grandes y complejos, aunque todavía falta un largo camino para aplicaciones prácticas.
Avances emocionantes, pero preliminares
Aunque Willow ofrece el mejor rendimiento hasta la fecha, expertos como Carlos Sabín, de la Universidad Autónoma de Madrid, advierten que aún estamos lejos de un ordenador cuántico plenamente funcional. Se necesitarán millones de cúbits físicos para crear sistemas que realicen tareas útiles, un desafío monumental que requerirá años de investigación.
Con 105 cúbits físicos y capacidades únicas, Willow es un paso prometedor en el camino hacia la computación cuántica del futuro.