Pandemia Argentina 5 años. El 3 de marzo de 2020, la vida en Argentina cambió para siempre. Ese día, se confirmó el primer caso de COVID-19 en el país: un hombre de 43 años, que había regresado de Italia, fue diagnosticado en una clínica de Buenos Aires. Lo que parecía un hecho aislado pronto se convirtió en una crisis sanitaria sin precedentes.
A cinco años de aquel acontecimiento, la pandemia dejó marcas imborrables en la sociedad argentina. Desde el aislamiento obligatorio hasta el colapso del sistema de salud, pasando por la llegada de las vacunas y las polémicas políticas de gestión, la crisis transformó todos los aspectos de la vida cotidiana.
El inicio del confinamiento y el miedo a lo desconocido
Menos de tres semanas después del primer caso, el 20 de marzo de 2020, el gobierno decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Las calles quedaron vacías, las escuelas cerraron y millones de argentinos debieron adaptarse a una realidad de encierro e incertidumbre.
Los hospitales comenzaron a llenarse y la falta de respiradores y camas de terapia intensiva encendió las alarmas. Los médicos y enfermeros, agotados, fueron reconocidos con aplausos diarios desde los balcones, mientras la crisis sanitaria avanzaba.
El primer fallecido por COVID-19 en Argentina fue Guillermo Abel Gómez, un hombre de 64 años con enfermedades preexistentes, que murió el 7 de marzo de 2020 en el Hospital Argerich. En pocos meses, los contagios aumentaron exponencialmente y, con ellos, las muertes. Más de 130.000 argentinos perdieron la vida a causa del virus, publicó #LA17.
El impacto en la sociedad y la economía
Las restricciones golpearon con dureza a la economía. A pesar de la asistencia estatal con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), miles de comercios cerraron y el desempleo se disparó. La crisis también afectó la salud mental de la población, con aumentos en los casos de ansiedad, depresión y estrés.
Uno de los episodios más recordados de la pandemia fue la «Fiesta de Olivos», donde el expresidente Alberto Fernández participó en un evento social en plena cuarentena estricta. La indignación fue inmediata, ya que millones de argentinos cumplían con las restricciones mientras el gobierno violaba sus propias normas.
La llegada de las vacunas y la esperanza
En diciembre de 2020, Argentina recibió las primeras dosis de la vacuna Sputnik V. El 29 de ese mes, la doctora Flavia Loiácono se convirtió en la primera persona en recibir la inmunización en el país. Sin embargo, la gestión de las vacunas no estuvo exenta de polémicas, con demoras en la distribución y críticas por el llamado «vacunatorio VIP», donde políticos y allegados al poder accedieron a dosis antes que la población general.
Hoy, cinco años después, la pandemia sigue dejando secuelas en la sociedad. La economía aún no se ha recuperado completamente, la salud mental es una preocupación creciente y la reciente decisión del gobierno de retirarse de la OMS en 2025 reavivó el debate sobre la gestión sanitaria y su impacto.
Desde la primera declaración del exministro de Salud, Ginés González García –»Hay una muy baja probabilidad de que llegue el coronavirus a la Argentina»– hasta las 130.000 vidas perdidas, la pandemia fue un capítulo que cambió la historia del país para siempre.