Celular desinstalando esta aplicación. En medio del uso cotidiano del teléfono móvil, una de las quejas más recurrentes entre los usuarios es la rapidez con la que se agota la batería. Este fenómeno, que afecta tanto a dispositivos de gama alta como baja, no siempre se debe al desgaste natural del aparato, sino que suele estar vinculado al uso de ciertas aplicaciones que, sin una supervisión directa, operan en segundo plano y consumen una cantidad significativa de energía.
Por eso es importante entender por qué sucede este fenómeno, encontrar qué aplicaciones están desgastando la batería y tomar medidas para evitar situaciones incómodas en las que el teléfono no llega al final del día y demos buscar dónde conectarlo.
Una investigación elaborada por la empresa suiza pCloud identificó un conjunto de aplicaciones que afectan de forma considerable la duración de la batería. Entre ellas se destacan plataformas de mensajería como WhatsApp, redes sociales como Facebook, aplicaciones de citas como Tinder y servicios de transporte como Uber.
La mayoría de estas herramientas permanecen activas en segundo plano, incluso cuando el usuario no las está utilizando, realizando constantes actualizaciones, sincronización de datos y tareas de localización que requieren un uso intensivo de los recursos del teléfono.
En particular, las aplicaciones de transporte como Uber resultan especialmente exigentes con la batería por su uso constante del GPS. La localización en tiempo real no solo requiere una conexión permanente a internet, sino también un acceso constante a otros sensores del dispositivo. Como explica el informe, estas aplicaciones solicitan permisos que van desde la ubicación hasta el micrófono y el almacenamiento, lo cual contribuye al alto consumo energético.
Por su parte, Facebook figura entre las redes sociales más demandantes en términos de batería. Esta plataforma incorpora múltiples funciones —desde videojuegos hasta transmisión de eventos— que se mantienen activas en segundo plano, independientemente del uso explícito por parte del usuario. Como resultado, el sistema operativo del celular destina una porción significativa de su capacidad energética a sostener estas tareas.
El caso de Tinder y otras aplicaciones de citas presenta una dinámica similar. La dependencia casi absoluta de los servicios de geolocalización para emparejar usuarios cercanos, junto con las actualizaciones y notificaciones continuas, provoca un desgaste acelerado de la carga. Lo mismo sucede con WhatsApp, cuya frecuencia de mensajes y notificaciones en pantalla activa prolonga el tiempo de encendido del dispositivo, reduciendo aún más la duración de la batería.
En dispositivos Apple, el sistema operativo permite conocer con precisión qué aplicaciones consumen más energía. Desde el apartado de ‘Configuración’, en la sección de ‘Batería’, los usuarios pueden acceder a gráficos que detallan el uso de cada aplicación tanto con pantalla activa como en segundo plano.
Según Apple, los gráficos diferenciados en colores permiten observar el comportamiento energético en intervalos de 24 horas o diez días, brindando una visión clara sobre el impacto de cada herramienta digital en el dispositivo.
Esta función resulta especialmente útil para identificar aplicaciones que agotan la batería sin necesidad de interacción directa. Muchas veces, el usuario asume que el desgaste se debe al uso frontal del teléfono, cuando en realidad son los procesos invisibles de ciertas apps los que provocan el consumo elevado.
Dado el alto consumo energético de algunas aplicaciones, desinstalar aquellas que no sean esenciales puede representar una mejora sustancial en la autonomía del dispositivo. Entre las candidatas figuran:
- Facebook: su constante actividad en segundo plano la convierte en una de las aplicaciones más perjudiciales para la batería.
- Tinder: si no se utiliza con regularidad, su eliminación puede ayudar a conservar recursos energéticos.
- Uber: en caso de no requerirse con frecuencia, su desinstalación temporal puede disminuir el uso intensivo del GPS.
- Spotify y YouTube: aunque son aplicaciones de entretenimiento ampliamente utilizadas, su reproducción continua —especialmente en alta resolución— representa un consumo importante de batería.
- Pokémon GO: su combinación de gráficos demandantes, publicidad y uso del GPS la sitúan como una de las más desgastantes.
Cabe señalar que, si bien estas aplicaciones cumplen funciones relevantes en la vida digital de muchas personas, su presencia constante en el dispositivo debe evaluarse con relación al impacto que generan en el rendimiento general.