A ocho décadas del horror vivido en Hiroshima y Nagasaki, Japón recuerda a las víctimas mientras la carrera armamentista nuclear avanza en distintas potencias. El testimonio de sobrevivientes como Setsuko Thurlow sigue siendo un llamado urgente a la paz, en un contexto global cada vez más tenso.
El 6 de agosto de 1945, a las 8:15 de la mañana, la bomba atómica «Little Boy» arrasó Hiroshima, causando la muerte inmediata o posterior de entre 90.000 y 136.000 personas. Setsuko Thurlow, entonces una estudiante de 13 años, sobrevivió y hoy, con 93, relata las imágenes de cuerpos calcinados y el dolor de perder a su hermana y sobrina.
Tres días después, “Fat Man” devastó Nagasaki, dejando decenas de miles de víctimas más y marcando el final de la Segunda Guerra Mundial en Asia. Cada 6 de agosto, Japón hace sonar la “Campana de la Paz” para recordar a los fallecidos y renovar su compromiso con el desarme nuclear.
Japón y su compromiso pacifista
Desde 1946, Japón se rige por una “Constitución de Paz” y, desde 1967, por los “Tres Principios No Nucleares”: no poseer, no producir ni permitir el ingreso de armas nucleares. Sin embargo, la amenaza de China y Corea del Norte ha reavivado debates internos sobre la necesidad de contar con un arsenal propio, aunque estas ideas enfrentan fuerte rechazo social.
Un mundo cada vez más armado
Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), 2024 registrará un aumento del 9,4% en gasto militar respecto al año anterior, con potencias como EE.UU., Rusia y China modernizando sus arsenales. Rusia lidera con 5.459 ojivas, seguida por EE.UU. con 5.177. Otros países como Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte también poseen armas nucleares.
En Europa y Asia, el debate sobre una mayor participación en programas nucleares crece. En Alemania, algunos políticos plantean compartir el arsenal francés o británico; en Japón, ciertos sectores evalúan romper el tabú de ocho décadas.
El llamado de los sobrevivientes
Los hibakusha, testigos de los bombardeos, son cada vez menos. Thurlow advierte que hoy existen unas 16.000 armas nucleares en el mundo y que la proliferación continúa: “En lugar de un solo país con armas nucleares, ahora son nueve. ¡Tenemos que detener este proceso!”. Información extraída del medio DW.