Un estudio científico proyecta que el Polo Norte podría desplazarse 27 metros hacia el oeste antes del año 2100. La causa principal sería el derretimiento acelerado de Groenlandia y la Antártida.
La investigación, publicada en Cartas de Investigación Geofísica, revela que la pérdida de hielo está redistribuyendo el peso del planeta y alterando el eje de rotación. Esto tendría impacto directo en la navegación satelital y en el equilibrio geofísico global.
El Polo Norte podría moverse 27 metros por el deshielo
De acuerdo con LU17. El fenómeno no depende solo de las capas polares. La fusión de glaciares más pequeños y el ajuste isostático también influyen. Este último es un proceso natural en el que la tierra se eleva al perder masa de hielo.
“Este fenómeno generado por la actividad humana supera incluso el efecto natural del ajuste isostático glacial”, señaló Mostafa Kiani Shahvandi, coautor del trabajo y científico de la Universidad de Viena.
Los tres factores detectados son claros: derretimiento masivo en Groenlandia y Antártida, fusión de glaciares menores y el mencionado ajuste isostático. El impacto humano ya desplazó al proceso natural como fuerza dominante.
La pérdida de masa polar convierte el hielo en agua líquida que va a los océanos, cambiando la distribución del peso planetario. Ese corrimiento modifica de forma tangible la posición del Polo Norte.
Si se cumplen las proyecciones, los sistemas satelitales deberán recalibrarse con mayor frecuencia. Esto podría complicar telecomunicaciones, exploraciones y rutas de navegación.
El cambio no es un simple dato de laboratorio. Refleja que el planeta está alterando su propio eje a un ritmo nunca visto en la historia moderna.
La Tierra se está reajustando en silencio, y la deriva del Polo Norte es una señal evidente de que la actividad humana está dejando huellas físicas en la estructura del mundo.