El laboratorio AstraZeneca enfrenta un nuevo foco de críticas internacionales por la aparente contradicción entre sus políticas éticas y las acciones pasadas de sus filiales en Asia.
Entre 2005 y 2010, la empresa debió pagar 5,5 millones de dólares por sobornos a médicos en China y Rusia, según informó la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
A pesar de que AstraZeneca asegura mantener estrictas políticas antisoborno y controles de calidad, la investigación de la SEC reveló un esquema sistemático de pagos ilegales. Estos incluyeron efectivo, viajes, conferencias y regalos a profesionales de hospitales estatales para incentivar la compra de sus medicamentos.
En China, se detectaron recibos falsos y cuentas bancarias abiertas a nombre de médicos, mientras que en Rusia se replicaron prácticas similares para evadir sanciones y multas impuestas a la filial local. Las acciones habrían sido autorizadas por múltiples niveles de gerencia, evidenciando una grave discrepancia entre los principios éticos declarados y la ejecución práctica.
Cierre del caso y consecuencias
En 2016, AstraZeneca declaró estar “contenta de haber resuelto” el caso, y el Departamento de Justicia de Estados Unidos cerró la investigación. Sin embargo, el antecedente sigue siendo citado como ejemplo de prácticas corporativas cuestionables y contradicciones entre ética y ejecución en la industria farmacéutica.
Según Radio3 la empresa también enfrenta actualmente una demanda en Córdoba relacionada con la vacuna contra el Covid-19, que mantiene la atención de la opinión pública sobre sus políticas y prácticas empresariales.