El piloto argentino Franco Colapinto regresa este fin de semana al circuito de Monza, escenario de su prometedor debut en Fórmula 1 con Williams, pero ahora enfrenta el desafío de competir con un Alpine menos competitivo en el llamado «Templo de la Velocidad».
Tras su mejor actuación en Zandvoort, donde finalizó undécimo, el piloto de 21 años deberá superar las limitaciones técnicas de su monoplaza en un trazado que premia la potencia del motor.
Limitaciones técnicas del Alpine en circuito veloz
El monoplaza de la escudería francesa presenta serias desventajas en Monza, un circuito que exige máxima potencia en sus largas rectas y curvas rápidas. Según análisis técnicos, el motor Renault -en su última temporada con Alpine- no se encuentra entre los más competitivos del grid, lo que se verá acentuado en un trazado donde en 2024 se registraron velocidades promedio de 265 km/h y máximas de 362 km/h. Además, la suspensión y la dirección del Alpine han demostrado ser particularmente difíciles de controlar en configuraciones de baja carga aerodinámica, justamente la setup que requiere Monza.
Contexto histórico y perspectivas
El desempeño histórico de Alpine en Monza refuerza el desafío que enfrentará Colapinto: en 2023, Esteban Ocon y Pierre Gasly finalizaron en las posiciones 14 y 15 respectivamente, con un auto que era más competitivo que el actual. Aquella temporada, Alpine finalizó sexto en el campeonato de constructores, mientras que en la actualidad ocupa el último lugar. Colapinto deberá aprovechar su conocimiento del circuito y su rápida adaptación para extraer el máximo rendimiento de un monoplaza que presenta limitaciones estructurales.
El piloto argentino busca repetir la hazaña de su debut con Williams, donde sorprendió terminando en la duodécima posición, aunque esta vez con un auto menos competitivo en el circuito más rápido del calendario. Información extraída del medio TyC.