La tradición de regalar flores amarillas crece cada 21 de septiembre.
En Argentina, el 21 de septiembre marca la llegada de la primavera, el Día del Estudiante y el Día de la Sanidad. Pero en los últimos años, se sumó una costumbre que se volvió viral: regalar flores amarillas como gesto de alegría, amistad y buenos deseos.
La tradición se popularizó gracias a la ficción televisiva. Floricienta, la famosa serie, dejó escenas icónicas donde el personaje principal se encuentra rodeado de flores amarillas en la mansión. Además, la canción “Flores amarillas” reforzó el símbolo, que hoy es reproducido por toda una generación que revive el gesto cada septiembre.
El impacto de la cultura pop permitió que un acto simple como regalar flores se transforme en un mensaje cargado de emociones, desde amistad hasta cariño silencioso, que atraviesa edades y contextos sociales.
Un color que transmite alegría y nuevos comienzos
El amarillo, más allá de la ficción, representa alegría, amistad y renovaciones. Estos valores encajan perfectamente con la llegada de la primavera y los festejos estudiantiles en plazas y parques. Regalar un ramo amarillo es casi un código no verbal que dice: “te quiero, te banco, sos importante para mí”.
La costumbre no se limita a los estudiantes. Cada 21 de septiembre, los trabajadores de la salud también reciben flores amarillas como símbolo de gratitud y energía positiva, un gesto que reconoce la dedicación de quienes cuidan a la comunidad diariamente.
Redes sociales amplifican la tradición
Con el auge de las redes sociales, regalar flores amarillas se convirtió en un ritual colectivo. Jóvenes y adultos comparten fotos, hashtags y mensajes de afecto, replicando la tradición de manera masiva. La nostalgia por escenas de Floricienta y la alegría de la primavera se combinan, transformando un simple ramo en un símbolo cultural que une generaciones.
Hoy, el gesto se percibe como un guiño emocional, que refuerza los lazos de amistad y celebra la vida, haciendo del amarillo un color que representa unión y optimismo en la comunidad argentina.
Un gesto que combina nostalgia y alegría
Cada ramo de flores amarillas entregado o recibido funciona como un puente entre recuerdos, emociones y la celebración de la primavera. Este ritual simbólico demuestra que pequeños detalles, inspirados en la cultura popular y la tradición, pueden generar un gran impacto en la vida cotidiana y en la conexión entre personas.