Tras el hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima, desaparecido en 1984, la querella pidió nuevas medidas para investigar posibles restos en el jardín de la casa donde fue encontrado.
La familia de Diego Fernández Lima, adolescente hallado enterrado en mayo pasado en una vivienda de Coghlan, solicitó ante la Justicia el uso de georradar para inspeccionar el terreno y detectar posibles restos óseos adicionales. La petición fue presentada por los abogados querellantes Hugo Wortman Jofre y Tomás Brady, representantes de Javier Fernández, hermano de la víctima.
Según Radio3 se pidió que la búsqueda se realice con la intervención de Gendarmería Nacional y que se combine con otras medidas de prueba, como entrevistas a vecinos, la realización de un informe socioambiental de la familia Graf, la obtención de planos catastrales de la manzana y la verificación de registros comerciales vinculados a la propiedad.
Investigación judicial y contexto
El planteo se elevó al fiscal Martín López Perrando en un contexto sensible, ya que la defensa de Cristian Graf, dueño actual del inmueble y ex compañero de colegio de Diego, solicitó su sobreseimiento por prescripción. Pese a esto, la querella insistió en que se agoten todas las vías investigativas.
El juez Alejandro Litvack, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal N°56, aún no convocó a indagatoria al acusado. La querella busca reconstruir cómo terminó Diego sepultado allí después de más de 41 años de búsqueda y esclarecer la participación de terceros. También pidieron identificar y citar al testigo que llamó al 911 para alertar sobre el hallazgo.
Historia del caso Fernández Lima
Diego Fernández Lima desapareció el 24 de julio de 1984 en Villa Urquiza. La denuncia inicial fue tomada como una “fuga de hogar” y durante décadas la familia buscó sin resultados.
De acuerdo con Infobae en mayo de este año, obreros que trabajaban en la construcción de una medianera encontraron el esqueleto junto con objetos personales: un reloj Casio, una moneda japonesa, una hebilla de cinturón y una corbata escolar.
Cristian Graf negó cualquier responsabilidad: “No sé cómo llegó el cuerpo de Diego ahí. Pobre muchacho, alguien lo enterró en mi casa y salió a la luz por la obra. Yo tengo la conciencia limpia y mi familia también”, declaró a los medios.