El Presidente argentino define su asistencia a la cumbre regional del 20 de diciembre. Su entorno confirma que insistirá con su propuesta de flexibilizar el bloque para abrirse al mundo.
El presidente Javier Milei tiene intenciones de participar en la Cumbre del Mercosur que se celebrará el próximo 20 de diciembre en Foz de Iguazú, Brasil. Sin embargo, su asistencia final dependerá de la agenda de actividades previstas para esa semana. Según adelantaron fuentes de su entorno a la Agencia Noticias Argentinas (NA), si asiste, el mandatario volverá a insistir con la necesidad de que el bloque regional se abra al libre comercio y modifique sus reglas internas, una postura que ya planteó en junio pasado.
La participación del Presidente argentino en el encuentro que presidirá su par brasileño, Luiz Inácio «Lula» da Silva, aún no está confirmada oficialmente. Se espera que la decisión se tome en los próximos días en función de los compromisos de la agenda doméstica e internacional.
La bandera de la apertura comercial y la flexibilización del Mercosur
Desde Casa Rosada son claros: el Mercosur «requiere cambios». El eje de la posible intervención de Milei será insistir en que los países miembros puedan negociar acuerdos comerciales de manera más autónoma, sin estar sujetos al veto de los socios del bloque. «De ir, volverá a insistir con las bondades del libre comercio y planteará la necesidad de que los países integrantes puedan abrirse comercialmente», explicó una fuente con acceso al despacho presidencial a la agencia NA.
Esta no es una propuesta nueva. En la Cumbre de Líderes del Mercosur de junio de 2025, Milei ya había propuesto modificar la normativa que, en la práctica, actúa como una «cortina de hierro» que limita los acuerdos individuales. Su visión apunta a un esquema donde cada nación pueda explotar sus ventajas comparativas con mayor libertad.
Un posible punto en común: el acuerdo Mercosur-Unión Europea
A pesar de las diferencias ideológicas y de estilo entre Milei y Lula, hay un objetivo en el que ambos podrían converger: la concreción del tan demorado acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). Las negociaciones llevan estancadas más de dos décadas.
Mientras Lula intentará mostrarse como el garante de la unidad del bloque sudamericano para cerrar el pacto con Europa, desde el gobierno argentino también ven con esperanza la posibilidad de avanzar. En Balcarce 50 aspiran a lograr la eliminación de aranceles, la creación de una zona de libre comercio y el establecimiento de reglas claras que beneficien a ambos bloques. En la última cumbre del G20, Lula anticipó que el acuerdo podría firmarse precisamente el 20 de diciembre en Brasil, aunque países como Francia mantienen sus reticencias.
El vínculo con Brasil y una futura visita a Estados Unidos
El encuentro en Foz de Iguazú también pondrá sobre la mesa la compleja relación personal y política entre Milei y Lula, que dista de ser «la más aceitada», según reconocen las propias fuentes oficiales. No obstante, hay gestos que se observan con buenos ojos desde Argentina, como el reciente acercamiento de Lula a Donald Trump.
Este acercamiento es bien recibido en la administración libertaria, que ya planea una nueva visita de Milei a Estados Unidos. Según reveló una fuente importante, este viaje buscaría solucionar ciertas «rispideces» generadas después de que el mandatario argentino declinara una invitación para participar del sorteo del Mundial 2026 en Washington a principios de diciembre, una decisión que no fue del todo bien recibida por el gobierno republicano.
Una cumbre crucial en un momento de definiciones
La posible presencia de Javier Milei en la Cumbre del Mercosur agrega un factor de incertidumbre y expectativa a un encuentro regional clave. Más allá de confirmar su asistencia, lo que queda claro es la agenda que llevaría: una defensa firme y sin concesiones de su visión económica, que choca con la estructura tradicional del bloque. Si asiste, la cumbre podría convertirse en un nuevo capítulo de su cruzada por desarmar lo que considera barreras proteccionistas, en un intento por redefinir desde adentro el futuro del Mercosur.




