Un informe presentado durante la VI Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe en Brasilia reveló que la región requiere una inversión significativa en protección social para eliminar la pobreza de manera efectiva.
El estudio, elaborado por la CEPAL junto con el PNUD, calcula que se necesitaría destinar entre el 1,5% y el 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) regional.
La inversión necesaria para combatir la pobreza
Según el informe presentado en la capital brasileña, la inversión requerida representa entre el 5% y el 10% del gasto público anual de los países latinoamericanos. Alberto Arenas de Mesa, director de Desarrollo Social de la CEPAL, explicó que «así como existen estándares de inversión en salud, educación e infancia, es necesario avanzar en un patrón regional de inversión en protección social no contributiva». El estudio advierte que, sin este esfuerzo sostenido, el objetivo de erradicar la pobreza solo se alcanzaría después de más de tres décadas.
El caso brasileño y las iniciativas regionales
Durante el encuentro, el ministro brasileño Wellington Dias destacó los avances de su país mediante el plan «Brasil sin Hambre», que logró «retirar a 29,4 millones de personas del hambre y alrededor de 10 millones de la extrema pobreza». Desde enero de 2023, aproximadamente 60.000 personas por día salieron de la inseguridad alimentaria gracias a programas como el Nacional de Alimentación Escolar, el beneficio «Pé-de-Meia», la Tarifa Social de Energía Eléctrica y el Auxilio Gas. La conferencia también sirvió para presentar la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, impulsada por Brasil en el marco del G20 2024, que ya cuenta con 197 miembros.
Cooperación regional frente a desafíos globales
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, planteó que las transformaciones tecnológicas, ambientales y demográficas actuales representan una oportunidad para redefinir los paradigmas sociales. La ministra chilena Javiera Toro advirtió sobre los peligros del unilateralismo y defendió la cooperación regional como instrumento clave para enfrentar la desigualdad, la crisis climática y la fragilidad institucional. Silvia Rucks, coordinadora de Naciones Unidas en Brasil, sostuvo que «la única manera de avanzar es pensar en lo colectivo», reforzando la necesidad de abordajes regionales coordinados. Informacion extraida del medio Clarin80.