La contundente derrota electoral que sufrió La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires generó un terremoto político dentro del oficialismo.
Lejos de una revisión profunda de estrategia, el Presidente Javier Milei optó por una serie de movimientos que, analistas coinciden, son más un maquillaje que una autocrítica genuina, manteniendo el rumbo de confrontación.
Un equipo estratégico ratificado pese al fracaso
Contrario a lo que sucede en la política tradicional, la derrota por KO no llevó a una renovación del comando estratégico. Según información originalmente publicada por Ámbito.com y el periodista Ariel Basile, Milei rechazó las renuncias de su hermana Karina Milei, de Sebastián Pareja (responsable de la campaña bonaerense) y de los hermanos Menem. La decisión consolida a la cúpula actual y descarta un cambio de fondo, priorizando la lealtad por sobre los resultados.
Gobernadores dan la espalda y el mercado no acompaña
La estrategia de confrontación tiene costos crecientes. Los llamados al diálogo del Gobierno ya no son respondidos por varios gobernadores, antes aliados, que se distancian tras el resultado bonaerense. Este aislamiento político se refleja también en lo económico: el riesgo país no cede, los bonos caen y el dólar presiona la banda cambiaria, mostrando la desconfianza del sector privado en la sustentabilidad del proyecto oficialista.
Peronismo observa con alivio y proyecta octubre
Desde el espacio opositor, la reacción (o falta de ella) de Milei fue recibida con alivio. Consideran que la elección bonaerense funcionó como una primaria de cara a los comicios nacionales de octubre. Creen que la falta de autocrítica y la profundización de medidas conflictivas, como los vetos a leyes clave, los beneficia. Su expectativa es repetir el triunfo, aunque calculan que el voto antiperonista podría reducir el margen.
Vetos y conflicto: se profundiza la misma apuesta
Lejos de buscar descomprimir el clima social, el Gobierno insistió con su agenda de veto a leyes aprobadas por el Congreso, incluyendo partidas para universidades y el Hospital Garrahan. Esta obstinación, según analistas, le garantiza al oficialismo más paros y movilizaciones en un contexto económico ya complejo, con actividad en caída y consumo deprimido, factores que fueron clave en el resultado electoral.
El camino elegido por Milei parece ser el de intensificar la misma apuesta que lo llevó a la derrota, confiando en que su base se mantendrá firme. La pregunta que queda en el aire es si la sociedad, que ya le dio un mensaje claro en las urnas, estará dispuesta a seguirle el juego. Información extraída del medio Ámbito.