Tras las contundentes derrotas legislativas de esta semana, el Gobierno enfrenta su mayor desafío político: la posible limitación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
El 30 de septiembre se tratará en comisiones una reforma que restringiría su vigencia a 90 días, debilitando significativamente la capacidad de acción del Presidente.
Derrotas históricas en el Congreso
El oficialismo sufrió reveses sin precedentes en ambas cámaras. En Diputados, 181 votos rechazaron el veto a la ley Garrahan y 174 el veto al presupuesto universitario. En el Senado, 59 votos mantuvieron la ley de ATN. Estas mayorías calificadas -superiores a los dos tercios necesarios- demostraron la capacidad de coalición de la oposición y su poder para bloquear cualquier iniciativa oficialista.
Caputo ve intento destituyente y mercados reaccionan
El ministro de Economía, Luis Caputo, interpretó los 181 votos en contra como una señal de posible juicio político, que requiere exactamente esa cantidad de votos para iniciarse. Los mercados reaccionaron con ventas masivas, preocupados por la capacidad del Gobierno de mantener el equilibrio fiscal y el esquema de bandas cambiarias. El BCRA vendió USD 1.110 millones en tres días para contener el dólar.
El fantasma de governabilidad sin Presupuesto
La fractura con los gobernadores plantea un escenario inédito: la posibilidad de que 2025 transcurra sin Presupuesto nacional. Si el Congreso modifica el proyecto oficial y lo aprueba contra la voluntad del Ejecutivo, Milei enfrentaría el dilema de vetarlo o aceptar una ley que no quiere. Esta «tormenta perfecta» amenaza la capacidad de governabilidad.
El Gobierno necesita urgentemente recomponer alianzas con gobernadores para evitar quedar paralizado legislativamente. Los próximos días serán cruciales para definir si Milei podrá mantener su agenda de reformas o si deberá negociar con una oposición fortalecida. Información extraída del medio TN.