Las pernoctaciones en hoteles argentinos bajaron 2.9% interanual, con una fuerte retracción de los viajeros residentes. Los datos oficiales del INDEC confirman una tendencia preocupante para el turismo interno.
La crisis del turismo local se reflejó con nuevos números en octubre. Según la Encuesta de Ocupación Hotelera del INDEC, el décimo mes del año cerró con 3.6 millones de pernoctacionesen establecimientos hoteleros y parahoteleros de todo el país. Esta cifra representa una caída del 2.9% respecto al mismo mes de 2024, consolidando una tendencia negativa que ya se venía observando.
Un dato preocupante: los argentinos viajan menos
El corazón del problema está en el retroceso del turismo interno. Mientras que las pernoctaciones de viajeros no residentes crecieron un 6.4% interanual, las de los turistas argentinos residentes se desplomaron un 5.2%. Esta brecha expone la pérdida de poder adquisitivo y la menor disponibilidad para gastar en viajes por parte de la población local.
En números concretos, de los 1.6 millones de viajeros hospedados en octubre, casi el 78% fueron residentes. Sin embargo, este segmento registró una caída del 1.6% en cantidad de personas, mientras que los visitantes extranjeros aumentaron un 8.9%.
La estadía se acorta y las regiones más turísticas sufren la baja
La retracción no solo se vio en la cantidad de viajes, sino también en su duración. La estadía promedio en octubre fue de apenas 2.2 noches, registrando una baja del 3.4% frente al mismo mes del año pasado. Este acortamiento de las vacaciones impacta directamente en el gasto total realizado en los destinos.
La caída fue generalizada, afectando incluso a las regiones más tradicionales. La Patagonia, que concentró el mayor volumen de pernoctaciones del país, igualmente registró una caída interanual del 1%. En tanto, la provincia de Buenos Aires fue una de las más golpeadas, con un retroceso del 11.8% en la cantidad de noches de alojamiento vendidas.
Los datos del INDEC dejan en evidencia una tendencia clara: el turismo interno argentino atraviesa una etapa de ajuste. En un contexto de ingresos familiares estancados y alto costo de vida, el gasto en vacaciones y viajes se convierte en uno de los primeros ítems que las familias recortan, un fenómeno que golpea con fuerza a la economía de las ciudades turísticas y a la cadena de empleo asociada al sector. Informo el medio Elancasti.




