La modalidad de usura que crece en el país y cómo evitarla.
En Argentina, una práctica financiera informal conocida como “préstamos gota a gota” ha ganado terreno en los últimos años. Esta modalidad, caracterizada por su fácil acceso y condiciones usureras, pone en riesgo la estabilidad económica y personal de quienes recurren a ella .
¿Qué son los préstamos “gota a gota”?
Los préstamos “gota a gota” son créditos informales ofrecidos sin la intervención de entidades financieras reguladas. Se caracterizan por su rápida entrega, sin necesidad de presentar garantías o documentación formal. Sin embargo, las condiciones de estos préstamos son sumamente desfavorables para los prestatarios.
La tasa de interés aplicada en estos créditos puede ser hasta cinco veces superior a la de las entidades financieras tradicionales. Además, los plazos de pago son cortos, con cuotas diarias, semanales o mensuales, lo que dificulta el cumplimiento de los compromisos por parte de los deudores, según lo expresado por Fiscales.
Riesgos asociados a los préstamos “gota a gota”
La falta de regulación en estos préstamos permite que los prestamistas impongan condiciones arbitrarias, creando ciclos de deuda difíciles de romper. Además, en casos de incumplimiento, las víctimas pueden enfrentar amenazas, acoso e incluso violencia física .
Grupos delictivos han identificado en esta modalidad una vía lucrativa para operar, aprovechando la vulnerabilidad de quienes carecen de acceso al sistema financiero formal.
Cómo combatir los préstamos “gota a gota”
Para prevenir y combatir esta práctica, es fundamental fortalecer la confianza en el sistema financiero formal. Las entidades financieras deben ofrecer productos crediticios transparentes, accesibles y adaptados a las necesidades de los sectores históricamente no bancarizados.
Asimismo, es esencial promover la educación financiera, informando a la población sobre los riesgos de los préstamos informales y las alternativas legales disponibles.
En caso de ser víctima de un préstamo “gota a gota”, se recomienda denunciar la situación ante las autoridades competentes, como la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) o la Policía Federal Argentina.
Los préstamos “gota a gota” representan una amenaza para la estabilidad financiera y personal de los ciudadanos argentinos. Es responsabilidad de todos promover el acceso a servicios financieros legales y seguros, y erradicar las prácticas usureras que explotan a los más vulnerables.