La tensión diplomática y militar entre Caracas y Washington alcanzó un nuevo punto crítico tras las declaraciones del ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López.
Quien aseguró que su país ya está “en guerra” con Estados Unidos, aunque no exista un reconocimiento formal del conflicto.
En un acto transmitido por la señal estatal Venezolana de Televisión, Padrino López advirtió que la comunidad internacional debe “mantenerse atenta” frente a lo que calificó como un escenario de hostilidad contra Venezuela. Según el funcionario, los recientes ejercicios militares de Estados Unidos en aguas del Caribe representan una amenaza directa.
De acuerdo con la información difundida por euronews , las maniobras norteamericanas fueron interpretadas por Caracas como “agresiones” en contra de la soberanía del país caribeño.
Operativos de Estados Unidos en el Caribe
En las últimas semanas, el presidente Donald Trump ordenó un refuerzo de la presencia militar estadounidense en la región, con el despliegue de al menos ocho buques de guerra, un submarino nuclear y más de 4.500 soldados. La justificación oficial de Washington es la lucha contra el narcotráfico que, según la Casa Blanca, tiene origen en Venezuela.
Estados Unidos ya había informado de varios ataques contra embarcaciones venezolanas, acusadas de transportar cocaína. Uno de ellos, en el que murieron 11 personas, fue vinculado al grupo criminal Tren de Aragua.
Maduro acusa a Trump de buscar un cambio de régimen
El presidente Nicolás Maduro respondió con dureza y calificó la avanzada norteamericana como una “agresión en toda línea”. En su mensaje, aseguró que Venezuela está ejerciendo el “legítimo derecho a la defensa” y acusó directamente a Trump de intentar forzar un cambio de régimen político en el país.
Maduro insistió en que Washington utiliza como pretexto la lucha antidrogas para desestabilizar la región y presionar por su salida del poder.
Escenario regional incierto
La escalada militar y las declaraciones cruzadas incrementan la preocupación en América Latina y en organismos internacionales, que advierten sobre el riesgo de una crisis mayor. Mientras tanto, Venezuela insiste en denunciar una guerra no declarada y Estados Unidos reafirma su ofensiva contra los cárteles de la droga.