La excelencia de la carne argentina volvió a conquistar Europa.
En la 11ª edición del World Steak Challenge, realizado en Ámsterdam, la producción bovina nacional obtuvo 29 medallas y compartió el podio con Irlanda y Australia, reafirmando su liderazgo mundial en calidad cárnica.
Argentina brilla en el World Steak Challenge
El certamen internacional, que desde 2015 evalúa el sabor, la terneza, la jugosidad y el aroma de los mejores cortes del planeta, volvió a destacar a la Argentina como uno de los países con la carne más exquisita del mundo.
En esta edición, las piezas argentinas fueron premiadas con 29 medallas, consolidando su reputación como sinónimo de excelencia ganadera.
Según informó Radio 3 Cadena Patagonia, el jurado internacional reconoció los estándares sanitarios, la trazabilidad y las condiciones naturales que hacen de la carne nacional un producto de referencia global.
Reconocimiento a la calidad y la genética bovina
Desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía celebraron el logro y destacaron que este reconocimiento “reafirma el potencial exportador del país y abre nuevas oportunidades en los mercados internacionales”.
El organismo resaltó que la Argentina cuenta con un programa sanitario y un desarrollo genético de clase mundial, junto con un ecosistema de pasturas naturales y un clima ideal para la cría de ganado.
Carne argentina: sabor, salud y prestigio
Más allá del reconocimiento internacional, la carne argentina sigue distinguiéndose por su sabor, jugosidad y perfil nutricional. Los estudios señalan un contenido equilibrado de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, beneficioso para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico.
El Gobierno Nacional subrayó que la actual política agropecuaria busca “impulsar la competitividad del sector y eliminar trabas para la rentabilidad del productor”, fortaleciendo la posición de la carne argentina en los principales mercados del mundo.
Un logro que reafirma la marca país
Con cada reconocimiento, la carne argentina refuerza su estatus de emblema nacional y su presencia en los mercados más exigentes.
El resultado en Ámsterdam no solo celebra la calidad del producto, sino también el esfuerzo de miles de productores que mantienen viva una tradición que atraviesa generaciones.




