Los gobernadores que integran Provincias Unidas se reunieron en Jujuy para consolidar su construcción política como un espacio federal con proyección nacional. La cumbre, celebrada este jueves, marcó un paso relevante en la estrategia del frente para posicionarse como una tercera vía entre el kirchnerismo y el actual Gobierno.
El encuentro se realizó en un contexto de tensión creciente entre las provincias y la Casa Rosada por la distribución de recursos, obras y políticas públicas. Los mandatarios buscaban mostrar cohesión interna y dar señales de organización territorial, en vísperas de un año legislativo que será clave para sus ambiciones políticas. De acuerdo con LA17.
“Hay una Argentina distinta posible, que no es la del kirchnerismo, pero tampoco es la del Gobierno nacional, que se desentiende de la mayoría de los temas”, expresó el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, en uno de los discursos más aplaudidos de la jornada. Su intervención marcó el tono político del encuentro: oposición a dos polos sin mimetizarse con ninguno.
Pullaro también ironizó sobre la forma de hacer política de Javier Milei. “Somos un espacio que trabaja para resolver los problemas de la gente, no tenemos que hacer un festival de rock para sentirnos una estrella”, dijo, en referencia directa al acto presidencial en el Movistar Arena. La frase generó repercusiones dentro y fuera del salón jujeño.
El anfitrión, Carlos Sadir, gobernador de Jujuy, planteó su preocupación por “la desconexión entre el Gobierno nacional y las necesidades de las provincias”. Su discurso puso sobre la mesa uno de los temas que unifican a los mandatarios: la defensa de los recursos provinciales y la búsqueda de autonomía frente a las decisiones centralizadas.
Desde Córdoba, Martín Llaryora apuntó a la dimensión económica. “Buscamos un modelo de país que genere producción y empleo”, afirmó. Y agregó: “El desarrollo en Argentina es desigual porque nunca se pensó más allá de Capital Federal”. Su mensaje fue recibido como un llamado a revisar la estructura económica y fiscal del país.
También tomaron la palabra mandatarios patagónicos y del litoral. Ignacio Torres, de Chubut, sostuvo que “la verdadera movilidad ascendente se da con trabajo, no con asistencialismo”, marcando una posición clara frente a las políticas sociales actuales. Por su parte, Gustavo Valdés, de Corrientes, fue directo: “Provincias Unidas es el único camino para construir un país federal que logre consenso y progreso”.
El gobernador electo de Corrientes, Juan Pablo Valdés, reforzó el mensaje de amplitud política. “Este frente representa los intereses de los trabajadores y dialoga con todos los sectores productivos”, señaló. Su aparición mostró la intención de sumar nuevas figuras y extender la base territorial del espacio.
La agenda del encuentro combinó política y producción. Los gobernadores recorrieron el Parque Solar de El Pongo, uno de los proyectos energéticos más importantes de la región, y mantuvieron reuniones con empresarios mineros e industriales. Más tarde, encabezaron un acto en la capital jujeña, donde reafirmaron su compromiso con la productividad, el trabajo y el federalismo de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre.
La presencia de Alberto Bernis, vicegobernador de Jujuy, del exmandatario Gerardo Morales y de la candidata a diputada María Inés Zigarán le dio un tono institucional al evento. La foto de unidad reflejó un armado político que trasciende fronteras partidarias tradicionales, con líderes de distintas corrientes provinciales.
El frente Provincias Unidas surgió como una alianza de gobernadores con el objetivo de defender la autonomía provincial frente al poder central. Con el paso de los meses, esa alianza empezó a adquirir proyección nacional, con discursos cada vez más enfocados en la construcción de un modelo económico productivo y una estrategia política alternativa.
El desafío para este espacio será convertir la foto de unidad en poder real. Para eso necesitan ampliar su presencia parlamentaria, consolidar acuerdos con sectores productivos y sostener la cohesión interna frente a eventuales presiones políticas. La cumbre de Jujuy fue un paso en esa dirección.
La escena dejó una señal clara: el federalismo busca volver al centro de la política nacional, con gobernadores que ya no se limitan a reclamar fondos sino que pretenden incidir en la agenda económica y electoral del país.