La Casa Blanca anunció que Donald Trump clasificó a los cárteles como organizaciones terroristas y que el país libra un “conflicto armado no internacional”.
La Casa Blanca confirmó que Estados Unidos está en conflicto armado con los cárteles de la droga, tras un memorándum firmado por el entonces presidente Donald Trump, en el que se establece que estas organizaciones fueron clasificadas como grupos armados no estatales y organizaciones terroristas.
El documento, dirigido al Congreso, sostiene que las acciones de los cárteles equivalen a ataques armados contra la nación norteamericana, lo que motivó la adopción de medidas militares en la región.
Trump los declaró “organizaciones terroristas”
El memorándum señala que los cárteles han dejado de ser redes criminales limitadas y se han convertido en estructuras transnacionales capaces de ejecutar ataques en el hemisferio occidental de manera organizada y constante.
Aunque el texto oficial no especifica cuáles son los grupos involucrados, tampoco detalla cómo las autoridades estadounidenses lograron vincular a presuntos sospechosos con dichas organizaciones.
Operaciones en el Caribe y víctimas
En el informe también se menciona un episodio ocurrido el mes pasado: fuerzas estadounidenses hundieron tres embarcaciones en aguas internacionales al sur del Caribe, supuestamente provenientes de Venezuela. El ataque dejó 17 muertos, quienes fueron descritos en el documento como “combatientes ilegales”.
El gobierno norteamericano sostuvo que el operativo se realizó en defensa propia ante una amenaza inminente.
Despliegue militar en la región
En paralelo, la administración Trump ordenó el despliegue de buques de guerra en el Caribe. Según reveló The New York Times, el Pentágono movilizó más de 6.500 efectivos como parte de la operación de seguridad.
El memorándum insiste en que estas medidas son necesarias para frenar la creciente influencia de los cárteles y garantizar la protección de Estados Unidos y sus aliados en la región, según informó Noticias Argentinas.
Un giro en la política de seguridad de EE.UU.
Con esta decisión, la Casa Blanca consolidó un cambio en la política de seguridad nacional, al considerar a los cárteles de la droga no solo como una amenaza criminal, sino como enemigos armados capaces de generar un conflicto internacional.
La declaración marca un precedente en la lucha antidrogas de Estados Unidos, abriendo la puerta a operativos militares directos bajo la justificación de un enfrentamiento bélico contra actores no estatales.




