El peronismo anunció acciones judiciales para frenar la reimpresión de boletas tras la renuncia de José Luis Espert a la candidatura en la provincia.
La medida busca que el gobierno asuma el costo político y económico de un gasto millonario.
La dirigencia peronista se reunió de urgencia para analizar una presentación judicial que evite que el gobierno reimprima las boletas con la cara del renunciado candidato. Según informó La Política Online, reimprimir las papeletas costaría unos 14 mil millones de pesos, un desembolso difícil de justificar en medio del ajuste económico.
Costo político y críticas
En el peronismo consideran que el gobierno actuará a su antojo, pero buscarán que pague el costo político del gasto multimillonario. “No hay guita para los jubilados, ni el Garrahan, sería raro que hubiera para arreglar una cagada que ellos mismos se mandaron”, señalaron altas fuentes del partido a LPO.
El gasto de la reimpresión equivaldría a 37.845 jubilaciones mínimas, un punto que los opositores planean resaltar en su estrategia de presión política. Además, critican que el propio presidente desconoció el rechazo a su veto a la ayuda del Garrahan y la emergencia en discapacidad, mientras destina millones a una maniobra interna de la “casta”.
Estrategia del gobierno bonaerense
En paralelo, desde el gobierno de Axel Kicillof evalúan presentar un amparo ante el juez electoral Alejo Ramos Padilla para impedir la reimpresión. La intención sería que quienes quieran votar a La Libertad Avanza deban utilizar la boleta de un candidato ya desvinculado de la contienda, luego de que Espert fuera vinculado con el narcotráfico, según remarcó LPO.
El choque entre ambas estrategias judiciales y políticas podría definir la manera en que los votantes accedan a las boletas y el costo que implicará para el Estado.