El acuerdo propuesto por Donald Trump busca detener los bombardeos, liberar rehenes y establecer una hoja de ruta para la paz definitiva entre Israel y Hamas.
En un giro inesperado, Israel y Hamas aceptaron el plan de paz impulsado por el expresidente estadounidense Donald Trump, que busca poner fin al devastador conflicto en la Franja de Gaza, el más sangriento en décadas.
El anuncio se conoció este sábado tras intensas negociaciones encabezadas por representantes de Estados Unidos, Egipto y Qatar. Según la propuesta, se prevé un alto el fuego inmediato, la liberación progresiva de los rehenes y el retiro parcial de las fuerzas israelíes del enclave palestino.
De acuerdo con Infobae, el documento contempla también el inicio de un proceso de reconstrucción internacional de Gaza, con financiamiento proveniente de varios países árabes y de Occidente. En paralelo, se establecería una comisión de seguridad conjunta para garantizar la estabilidad en la zona y evitar nuevos ataques.
Detalles del plan de paz propuesto por Trump
El plan, bautizado informalmente como “Acuerdo de Jerusalén”, fue presentado por Trump como una “solución pragmática” al conflicto. “Es hora de que la humanidad gane, no los políticos”, declaró el exmandatario republicano desde Washington, asegurando que su propuesta “no beneficia a una sola parte, sino al futuro de la región”.
El texto establece tres fases:
- Cese del fuego total durante 30 días supervisado por Naciones Unidas.
- Liberación simultánea de rehenes israelíes y prisioneros palestinos.
- Iniciativa de reconstrucción económica, con prioridad en infraestructura sanitaria, educativa y energética.
Además, el acuerdo incluye un compromiso explícito de Hamas de cesar los ataques con cohetes y de Israel de detener las incursiones terrestres en el norte de Gaza.
Reacciones en Medio Oriente y en la comunidad internacional
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el acuerdo como “un paso hacia la paz real, aunque con prudencia”. Por su parte, el portavoz de Hamas, Khalil al-Hayya, afirmó que “la resistencia no se rinde, pero reconoce que la población de Gaza necesita vivir”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, consideró que el entendimiento representa “una oportunidad histórica” para estabilizar la región y abrir la puerta a una solución definitiva. “El pueblo palestino ha sufrido demasiado, y este acuerdo puede ser un punto de inflexión”, expresó desde Nueva York.
Mientras tanto, Egipto y Qatar se mostraron como mediadores clave en el diálogo que destrabó las conversaciones. Fuentes diplomáticas señalaron que Trump mantuvo comunicación directa con ambos gobiernos durante las últimas 48 horas antes del anuncio.
Expectativa y dudas sobre la implementación
Pese al optimismo, algunos analistas advirtieron que la implementación del plan podría enfrentar obstáculos. En Israel, sectores del gobierno y parte del ejército manifestaron su preocupación por una retirada prematura de las tropas. En tanto, grupos palestinos no alineados con Hamas rechazaron el pacto por considerarlo “una imposición estadounidense”.
En Washington, la administración de Joe Biden evitó pronunciarse directamente, aunque funcionarios del Departamento de Estado confirmaron que Estados Unidos “apoya cualquier esfuerzo serio para detener el derramamiento de sangre”.
Desde Bruselas, la Unión Europea celebró el avance, destacando que “la diplomacia siempre será preferible a la guerra”. En contraste, Irán y Turquía mostraron cautela, señalando que esperarán “hechos concretos” antes de reconocer el acuerdo como válido.
El contexto de la guerra en Gaza
El conflicto, que estalló tras los ataques de Hamas del 7 de octubre del año pasado, ha dejado más de 40.000 muertos y una crisis humanitaria sin precedentes. Naciones Unidas advirtió que el 80% de la población gazatí ha sido desplazada y que los hospitales están al borde del colapso.
En los últimos meses, la presión internacional sobre Israel aumentó drásticamente, mientras crecía el repudio a la ofensiva militar sobre zonas civiles. Trump aprovechó ese escenario para relanzarse como figura de peso en la política global y posicionarse nuevamente como mediador internacional.
Cierre: una posible tregua definitiva en Gaza
El plan de paz entre Israel y Hamas impulsado por Donald Trump abre una posibilidad real para frenar la guerra que desangra Medio Oriente. Sin embargo, el éxito del acuerdo dependerá de su cumplimiento efectivo y de la voluntad política de ambas partes para sostener la tregua a largo plazo.
De concretarse, podría marcar el fin de uno de los conflictos más violentos del siglo XXI y consolidar a Trump como un actor diplomático relevante, más allá de sus aspiraciones electorales, según Infobae.