Rusia intensificó su campaña contra la infraestructura energética ucraniana al dañar gravemente una central térmica en un ataque nocturno.
El ataque, que dejó dos trabajadores heridos, forma parte de la estrategia anual de Moscú para dejar a los ucranianos sin calefacción y electricidad durante el crudo invierno que se aproxima.
El ataque a la central térmica y sus consecuencias
El mayor operador eléctrico de Ucrania, DTEK, confirmó que una de sus centrales térmicas sufrió daños graves en el ataque ruso, resultando dos trabajadores heridos. Las autoridades ucranianas, siguiendo su protocolo de seguridad, no revelaron la ubicación exacta de la planta afectada para no proporcionar información valiosa al enemigo. Esta táctica de ocultamiento es habitual en el contexto de los ataques rutinarios que sufre la red eléctrica del país.
La defensa ucraniana y otros blancos atacados
Las fuerzas aéreas ucranianas reportaron un intenso operativo defensivo durante la noche del ataque, afirmando haber interceptado o bloqueado 154 de los 183 drones de ataque y señuelos rusos disparados contra el país. Además de la central térmica, Rusia atacó infraestructuras energéticas en las regiones de Chernígov, Jersón y Dnipropetrovsk, según confirmaron las autoridades locales.
La estrategia rusa de militarizar el invierno
El sector energético se ha convertido en un campo de batalla clave desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022. Como reportó originalmente la agencia de noticias Associated Press, cada año Rusia intenta paralizar la red eléctrica ucraniana antes del invierno, con el objetivo de erosionar la moral pública y perturbar la fabricación militar. Ucrania ha denunciado repetidamente que Moscú busca «militarizar el invierno» usando las condiciones climáticas como arma.
El contraataque ucraniano y bajas en Rusia
Mientras Ucrania sufre estos ataques, también ha respondido con operaciones de largo alcance contra el suministro energético ruso. El Ministerio de Defensa ruso declaró que sus defensas aéreas interceptaron 53 drones ucranianos sobre nueve regiones rusas. En la región de Belgorod, al menos tres personas murieron por «disparos de cohetes» ucranianos que alcanzaron una instalación deportiva y dos edificios de apartamentos, según confirmó el gobernador Vyacheslav Gladkov. Información extraída del medio Euro News.