El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la reanudación de las pruebas nucleares, lo que marcaría el fin de una moratoria que ha estado vigente durante más de tres décadas.
Esta medida responde a las recientes maniobras nucleares realizadas por Rusia y las crecientes tensiones internacionales en torno a las armas atómicas. Aunque Trump señaló que preferiría una «desnuclearización», su orden refleja una postura firme en un momento de escalada de la carrera armamentista.
Reanudación de las pruebas nucleares en EE. UU.
El anuncio de Donald Trump, realizado el 30 de octubre de 2025, establece que Estados Unidos reanudará las pruebas nucleares «de inmediato». Esta decisión rompe con una tradición de más de 30 años sin pruebas nucleares, que se había iniciado tras el último ensayo atómico realizado en 1992, en Nevada. A pesar de este retorno a las pruebas nucleares, Trump destacó que preferiría un enfoque global hacia la desnuclearización.
El presidente estadounidense justificó su medida al señalar que, dado que otras naciones como Rusia ya han reanudado sus propias pruebas nucleares, resulta apropiado que Estados Unidos haga lo mismo. La última maniobra nuclear significativa por parte de Rusia ocurrió el 22 de octubre, cuando Vladimir Putin supervisó el lanzamiento de un misil balístico intercontinental Yars, con un alcance de hasta 12.000 kilómetros.
El contexto internacional y el papel de Rusia y China
El anuncio de Trump se produce justo antes de una importante reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en Corea del Sur, lo que sugiere que la política nuclear será un tema clave en las conversaciones. Trump expresó que, aunque la desnuclearización sería el escenario ideal, está dispuesto a negociar con Rusia y China para reducir la proliferación nuclear, especialmente porque considera que el arsenal estadounidense está «bien protegido».
La perspectiva de involucrar a China en las negociaciones de desarme nuclear refleja una creciente preocupación por el avance del poderío nuclear de este país. «Me gustaría ver desnuclearización, porque tenemos muchas armas nucleares, y Rusia ha sufrido. China podría adelantarse en los próximos años», afirmó Trump desde el Air Force One.
La historia de las pruebas nucleares en EE. UU.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha realizado más de mil pruebas nucleares, tanto atmosféricas como subterráneas. Sin embargo, tras la disolución de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, la comunidad internacional avanzó hacia la moratoria de tales pruebas. El último ensayo nuclear se llevó a cabo el 23 de septiembre de 1992, bajo la presidencia de George H.W. Bush, quien, a pesar de las presiones internas, apoyó la suspensión de pruebas nucleares.
A partir de 1996, Estados Unidos ha firmado varios tratados internacionales que proponen la prohibición de pruebas nucleares, como el Tratado para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT), aprobado por la ONU. Sin embargo, aunque el tratado cuenta con 185 signatarios, Estados Unidos y China no lo han ratificado, lo que ha impedido que entre en vigor.
El futuro de las pruebas nucleares y los tratados internacionales
El Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares (PTBT) de 1963, el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y el CTBT son marcos internacionales diseñados para frenar la proliferación de armas nucleares y evitar la escalada de pruebas nucleares. A pesar de estos esfuerzos, la reciente decisión de Trump de reanudar las pruebas podría marcar el inicio de una nueva fase en la carrera armamentista global.
Si bien las pruebas subcríticas, que no generan reacciones nucleares en cadena, se han realizado en los últimos años para verificar la seguridad del arsenal estadounidense, la reanudación de las pruebas nucleares podría tener consecuencias significativas para la diplomacia global y las relaciones con Rusia y China.
La decisión de Donald Trump de reanudar las pruebas nucleares plantea nuevas interrogantes sobre el futuro de la seguridad global y el tratado de no proliferación nuclear. Con las tensiones geopolíticas en aumento, el mundo observa de cerca los movimientos de las grandes potencias nucleares, mientras se mantiene la esperanza de que el desarme nuclear pueda convertirse en una prioridad a nivel internacional. La información fue extraída del medio DW.




