Las fuerzas de seguridad federales montaron un dispositivo especial ante la concentración de manifestantes que reclamaban por mejoras en sus haberes previsionales
Un importante operativo policial se desplegó este miércoles en las inmediaciones del Congreso nacional y Plaza de Mayo con motivo de la marcha convocada por organizaciones de jubilados. Las fuerzas federales de seguridad establecieron un amplio dispositivo de control mientras cientos de manifestantes se congregaban para exigir mejoras en sus haberes previsionales, en una protesta que coincidió con el paro nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
El Dispositivo de Seguridad Federal
Según confirmaron fuentes policiales a Noticias Argentinas, el operativo estuvo a cargo principalmente de la Policía Federal Argentina, que coordinó el despliegue en las zonas aledañas al Congreso. La Policía de la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, tuvo bajo su responsabilidad el establecimiento de un tercer cordón de seguridad perimetral, garantizando el normal desarrollo de las actividades en la zona céntrica mientras se desarrollaba la manifestación. El dispositivo incluyó controles de acceso y un importante número de efectivos desplegados en la zona.
El Reclamo de los Jubilados
La marcha congregó a representantes de diversas organizaciones de jubilados y pensionados que reclaman principalmente una recomposición de sus haberes ante la pérdida del poder adquisitivo causada por la inflación. Los manifestantes exigieron al gobierno nacional medidas urgentes para mejorar los ingresos previsionales, que según sostienen se encuentran muy por debajo de la canasta básica total. La protesta se enmarca en una serie de movilizaciones que el sector viene realizando periódicamente para visibilizar su situación económica.
El Contexto del Paro de ATE
La movilización de jubilados coincidió con el paro nacional convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado, que también desarrollaba protestas en distintas partes del país. Esta coincidencia de fechas generó expectativas sobre una posible masividad en las convocatorias, aunque las organizaciones mantuvieron sus actividades de manera separada. El operativo de seguridad tuvo en cuenta esta circunstancia y preparó un dispositivo capaz de absorber la posible concurrencia de ambos sectores a la Plaza de Mayo.
El desarrollo de la protesta transcurrió en el marco de un estricto protocolo de seguridad que buscó garantizar tanto el derecho a la protesta como la normal circulación en una de las zonas más sensibles de la ciudad de Buenos Aires, en un contexto de creciente tensión social por las demandas de los sectores más vulnerables de la población.




